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Balonmano - Liga Asobal

El Frigoríficos pierde ante un Benidorm a puerta vacía

El equipo local apostó por jugar con siete en ataque mucho tiempo - El Cangas mereció mejor suerte en un atractivo partido

Un momento del partido disputado ayer en Benidorm. | // JAIME ALVADO SUCH

No mereció semejante premio el Benidorm. El Frigoríficos tuvo contra las cuerdas al equipo valenciano y careció de la tranquilidad necesaria para llevarse el encuentro y hacer pagar cara la osadía del entrenador local de jugar en ataque a puerta vacía, lo que le causó más de un disgusto. También influyó en el resultado la excelente racha del jugador francés Jules Lignieres, que marchó 10 tantos, la mayoría en momentos decisivos del encuentro. La diferencia en el tanteo no indica lo ajustado que fue el partido, con un Frigoríficos que en la segunda parte pudo llevarse el encuentro, con grandes robos de balón y rápidos contragolpes que dejaron por momentos noqueado a la escuadra local. El juego lúcido del Benidorm en la primera parte se volvió espeso ante un Frigoríficos acertado desde el pivote, donde atemorizaba por el acierto de Alberto Martín que supo moverse muy bien entre la defensa 5-1 presionante que había planteado el entrenador local Fernando Latorre.

En el primer tiempo Edu Calle desde el puesto de central o desde el lateral sembraba el pánico en la defensa visitante, algo timorata al principio del encuentro, que provocó que Nacho Moyano pidiera un tiempo muerto cuando el luminoso marcaba un 5-1. Iván Rodríguez encontró una pista abierta por el extremo derecho. Era un puñal al que solo paró un inspirado Javi Díaz, en que en esta primera parte realizó cinco paradas. Fernando Latorre, tal vez porque sentía que su equipo era superior, tal vez porque quería probar nuevas cosas, comenzó a jugar en ataque con puerta vacía. Y Nacho Moyano se lo hizo pagar muy caro. La defensa comenzó a funcionar y se robaron balones y el equipo se lanzaba al contragolpe. Además, no se daba tregua al Benidorm. Podía marcar un gol y al segundo ya estaba el balón en la otra área. Así fue recortando distancias el Frigoríficos en un encuentro plagado de penaltis, la mayoría por defender dentro de las áreas. Porque lo cierto es que no hubo defensas agresivas. Así se llegó al final de la primera mitad en medio de un intercambio de golpes que dejó en mejor disposición al cuadro visitante, que se veía en el partido. El Frigoríficos mejoró en el lanzamiento de los siete metros y se puso a un punto en el 19-18 y en el 20-19, con goles de penalti de Dorado. Varela había estado intenso en la primera parte, había robado balones, pero ahora era efectivo en ataque. Fue él quien puso en ventaja a los visitantes con un robo y una contra a puerta vacía e inmeditamente lanzó un balón a la cruceta. Soliño, que acaba de entrar puso el 22-23 y Varela volvió a acertar otra vez y marcó para ponerse otra vez por delante 23-24. Ahí debió de tener templanza en equipo de Nacho Moyano, aguantar más el balón y sembrar las dudas en el equipo local. Pero aceptó un intercambio de golpes que no le convenía, por mucho que hasta el momento hubiese jugado mejor al contragolpe. Así se llegó al 28-28. El Benidorm estaba espeso en el ataque estático, pero surgió el francés Jules Lignieres, que era como un cuchillo en la defensa local. Fue él quien sostuvo a su equipo cuando más lo necesitaba, cuando jugadores como Edu Calle había desaparecido. El final fue un correcalles que favoreció al Benidorm que ganó un partido muy atractivo de ver para los espectadores, pero desesperante, se supone, para los entrenadores.

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