Alberto González (Cangas, 1963) entró en el Balonmán Cangas en el año 1991 por mediación de uno de sus primos, que era delegado del club. Desde entonces este abogado ha desempeñado todo tipo de tareas en la entidad: vender rifas, cantar el bingo, limpiar la pista y, por supuesto, defender los intereses del Cangas desde su posición de asesor legal del club. Hasta este fin de semana era el vicepresidente de la gestora, pero ahora le toca afrontar una responsabilidad que nunca había imaginado.
–¿Qué siente al tener que asumir la presidencia del Balonmán Cangas?
–Es un orgullo y un honor, aunque nunca pensé que podía darse esta posibilidad. Y menos aún de esta forma. Para mí Manuel Camiña sigue siendo nuestro presidente. Ahora, al igual que cuando entré, voy a ayudar al club en lo que pueda y lo voy a dar todo por el Balonmán Cangas.
–Es una situación casi obligada debido a la sanción de la Rfbm. Usted que es abogado de profesión, ¿cómo valora esa resolución del Comité de Competición?
–Es totalmente desmesurada. Si un precepto legal establece una graduación en las sanciones tiene que suceder algo muy grave para que se apliquen los máximo establecidos.. A Manuel Camiña le han impuesto el máximo tiempo de inhabiltación por unos supuestos insultos, cuando hubo casos mucho más graves en los que la sanción fue de seis meses. Si esas declaraciones suponen una inhabilitación de dos años qué pasará, por ejemplo, cuando alguien profiera amenazas. Es muy grave. Y por otro lado está la sanción económica. La ley dice que no se puede multar a una persona que no es un profesional del deporte. No puedes imponer una multa de 3.005 euros a alguien como Manuel Camiña que lleva 55 años trabajando de manera altruista por el Cangas y por el balonmano.
–En la asamblea del sábado decía que no tenían muchas esperanzas de que el Comité de Apelación, que depende de la Rfbm,atienda sus argumentos. ¿Cuáles serán los pasos que seguirán?
–Antes de final de mes presentaremos el recurso delante del Comité de Apelación y no somos para nada optimismas. Sería una sorpresa mayúscula que nos diesen la razón. Si se leyesen el recurso como mínimo deberían eliminar la multa y reducir el periodo de inhabilitación. Pero no vamos a aceptar nada que no sea retirar íntegramente la sanción. Si no es así acudiremos al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), donde defenderemos que no hay motivo para este castigo y que las declaraciones de Camiña se enmarcan dentro del ejercicio de la libertad de expresión.
–¿Cómo interpretan la sanción, sobre todo cuando en otros foros, incluso a nivel político, se escuchan palabras y descalificaciones aún más gruesas?
–Es jubilar a una persona, sacar del medio a alguien que estorba o resulta incómodo. No se puede consentir a día de hoy que si hay una persona, como Manuel Camiña, que es discordante con la línea oficial sea eliminado. Esto es una venganza y una persecución contra Manuel Camiña y contra el Cangas.
–Sitúan el origen de esa “persecución” en las elecciones a la presidencia de Asobal de marzo de 2020.
–Está muy claro. Todo esto sucede porque el club y Manuel Camiña no quisieron votar al candidato que apoyaba Francisco Blázquez. Él le pidió el voto a nuestro presidente para esa persona [Jaume Conejero] porque de alguna manera era a la que avalaba. En las dos primeras votaciones hubo empate porque hubo dos abstenciones [Cangas y Puerto Sagunto] y en la tercera votamos por el otro candidato [Adolfo Aragonés]. No entendemos tampoco como Blázquez pretende unir el balonmano español cuando acaba de contratar para la federación a Ricard Hijós, que fue cesado por la propia Asobal como secretario general.
–Ante esta situación, ¿se arrepienten de no haber apoyado al candidato de Blázquez?
–No. En absoluto. Hay que ser consecuentes con las decisiones que se toman.
–La asamblea le ha elegido formalmente como nuevo presidente, pero siguen hablando de Manuel Camiña como “nuestro presidente”.
–Es que él seguirá siendo lo que quiera en esta entidad. La historia del Cangas y del club no existiría ni sería la misma sin Manuel Camiña. Para nosotros y para la masa social del Balonmán Cangas seguirá siendo nuestro presidente. Además seguiremos contando con su opinión y consejo porque no hay nadie que sepa más que él del mundo del balonmano.
–Se intuye por tanto una gestión continuista.
–Sí. La única modificación que habrá es que ahora dejo de ser vicepresidente y paso a ser presidente. Continuará el mismo director deportivo [Óscar Fernández], seguirán las escuelas y la política económica y deportiva no cambiará. Somos todos alumnos de Manuel Camiña, es nuestro maestro. Lo que sabemos de balonmano y de gestión es por él y por nuestras vivencias a su lado.
–Si el Comité de Apelación o el TAD anulan la inhabilitación, ¿le propondrán a Camiña que vuelva a asumir la presidencia?
–Hablaremos con él y será lo que Manuel Camiña decida. En la asamblea del sábado queríamos nombrarlo socio honorífico,que es una distinción que reconocen los estatutos del club. Él nos pidió que se retirase y nosotros respetamos su decisión.
–Durante la asamblea no se pronunció su nombre, pero la figura de Francisco Blázquez estuvo más que presente a través de la coletilla de “esa persona”. ¿Fue algo deliberado?
–En realidad fue algo inconsciente, no nos apetece nombrarlo. Es alguien que para nosotros no tiene la consideración de “don”, que con su actuación está atacando a una persona y a un club con una gran historia y prestigio dentro del balonmano español.
–¿Han recibido muestras de apoyo por parte de otros clubes y personas del balonmano?
–Sí y estamos muy agradecidos por ello. Muchos equipos de Asobal se han puesto en contacto con nosotros para brindar apoyo y colaboración a Manuel Camiña, antiguos jugadores, personas relacionadas con nuestro deporte... Todo el mundo ve esto como algo anormal.
