El Frigoríficos del Morrazo no pudo dar continuidad a su buen arranque de segunda vuelta (empate con el Huesca y triunfo en Alcobendas) y cayó derrotado ante el Liberbank Ciudad Encantada de Cuenca (18-22) en un choque en el que pagó muy caro su desacierto en ataque, especialmente patente en una primera mitad en la que solo pudo anotar seis goles. Los discípulos de Magí Serra mantuvieron un buen tono defensivo pero ni eso ni la extraordinaria actuación de Javi Díaz -una más- le dieron réditos suficientes como para poder haber sacado algún punto ante el sólido conjunto visitante.

Si el equipo conquense ya había secado las ideas del Cangas en el encuentro de la primera vuelta (31-16) ayer demostró el porqué sobre la pista de O Gatañal. Con una defensa anclada en la línea de seis metros y una exacerbada atención sobre Dani Cerqueira hizo que el cuadro local cayese lentamente en una tela de araña de la que no pudo salir en ningún momento, estrellándose también contra un buen Leo Maciel. Ni la épica de la segunda parte le funcionó al Frigoríficos, que no pudo apretar el marcador y generar dudas en su rival.

No pintó bien el arranque del choque para los cangueses, que encajaron en apenas minuto y medio un parcial de 0-2, con tres lanzamientos horrorosos a las manos de Maciel. Con todo, la eficacia de Moisés desde los siete metros y en un contragolpe les permitió disfrutar de su única ventaja en el electrónico en todo el partido (3-2, minuto 9). Poco le duró la alegría al Cangas, que veía cómo el Cuenca subía intensidad atrás, con contactos que incomodaban la circulación de balón y cerrando cualquier espacio en seis metros. Tampoco tuvo fortuna el cuadro local con el arbitraje, que comenzó un recital de malas decisiones perdonando una clamorosa exclusión visitante al impedir un saque rápido tras perder el balón.

Con uno menos y arriesgando sin portero, el Frigoríficos se vio tres abajo (4-7) antes de que Soliño y Rubén acortasen distancias (6-7, minuto 24). Maciel desquiciaba a los locales, que no siempre ejecutaban con calidad sus lanzamientos y el Cuenca estiraba la distancia al descanso (6-10). El Cangas solo había marcado seis goles, y únicamente dos habían llegado en juego posicional (los otros fueron tres penaltis y un contragolpe).

En la reanudación el Frigoríficos salió con la intención de dar un cambio de ritmo, pero el único hombre entonado ayer era Javi Díaz, que parada tras parada regalaba opciones a los suyos en ataque. Menos generosos se mostraban los colegiados, que obviaban algún penalti y que señalaban una discutida segunda exclusión a Cerqueira. Soliño erraba un penalti y los locales fallaban incluso en la salida del contragolpe. Magí Serra pedía tiempo muerto (7-12, minuto 37) pero la situación lejos de mejorar, se ponía muy cuesta arriba (8-15, minuto 41).

Defensas más profundas

Era el momento de arriesgar y el Cangas lo hizo, primero con un 5.1, luego con un 4.2 y más tarde con una mixta a Dutra y un avanzado. Los morracenses recortaron (13-17) pero la fortuna les daba la espalda y permitían al Cuenca anotar en dos rechaces consecutivos. La recta final del choque fue un resumen de los 50 minutos anteriores, pero con más ritmo. El Cangas ganaba atrás pero era incapaz de aprovecharlo adelante y el Cuenca sabía jugar con su renta. Menduiña anotaba el 16-20 y Muratovic estrellaba un contragolpe en el larguero. Chapela ajustó un poco más el marcador (17-20, minuto 57), pero ya sin apenas tiempo. El exteucrista Natán Suárez explotaba su uno contra uno con espacio y redondeaba el triunfo final de los suyos (18-22).