La gran temporada realizada por la Sociedad Deportiva Samertolaméu vivió ayer el más cruel de los desenlaces en las aguas de Portugalete. La tripulación moañesa se quedó a las puertas del ascenso a la Liga Eusko Label de Traineras de un modo casi literal, toda vez que la diferencia entre el éxito y la decepción fue únicamente de 44 centésimas, las que separaron a un Astillero triunfador de una Meira que experimenta la cara más amarga del deporte.

La diosa fortuna dio la espalda a los de Dani Pérez en la segunda jornada del playoff, y se alió con un Astillero que, calidad y vatios aparte, vio cómo el único escenario posible para su ascenso tras el mal día del sábado, se dibujaba de forma casi milimétrica. Los cántabros necesitaban ganar, meter unos cuantos segundos a sus rivales y que Lekittarra se colase entre ellos y Meira. Y todo eso se dio desde las primeras paladas. Astillero cumplió con su papel de favorito marcando el mejor tiempo al paso por la primera ciaboga, mientras las otras cuatro tripulaciones se movían en apenas un segundo, aunque, eso sí, con los de O Morrazo en el último lugar.

El segundo largo, como luego reconoció su entrenador, fue un lastre para Meira. Astillero se disparó hasta los 12 segundos de renta, mientras Lekittarra iba a su estela. El peor de los horizontes ya estaba planteado para Samertolaméu, que a partir de ahí inició una carrera contra el reloj. Al paso por la tercera ciaboga se colocó a la par de Ares, a cuatro segundos de la embarcación de Lekeitio y a ocho de Astillero. Todo iba a depender del último y definitivo largo. Y ahí los moañeses dieron el do de pecho, marcando el mejor tiempo. Sin embargo, no fue suficiente. Lekittarra le sacó un segundo y 80 centésimas para hacerse con la segunda plaza de la jornada (y los cuatro puntos que aparejaba) y Astillero le sacaba 7.50, recuperando la renta que los moañeses habían adquirido el día anterior. Vascos y cántabros se hacían con el ascenso, dejando a Meira sin premio.

Dani Pérez, entrenador de los verdes, se mostraba desolado pero reflexivo. "Al final hagas una buena temporada o no esto son dos regatas, es otra historia y en este fin de semana todo lo bueno o malo que hagas antes no cuenta", afirma. Sin embargo, se negaba a achacar el varapalo a la mala suerte. "Llevamos tres regatas seguidas haciendo malos terceros largos. Nos pasó en la Clasificatoria de La Concha, ayer [por el sábado] y hoy [por ayer]. Quiero mejorarlo para el próximo año, pero de momento no puedo porque no le encuentro explicación", asegura. Y ahonda en la problemática. "Perdimos casi siete segundos en ese largo, ahí se nos fue toda la ventaja del día anterior", sentencia.

Las sensaciones desde dentro de la trainera no ayudan tampoco a encontrar la raíz del problema. "La información que me pasan no es fidedigna porque la ansiedad no deja sentir lo que estás haciendo y creo que estaban muy pendientes de tener referencias positivas, algo que no pasó hasta el tercer largo", explica. La conclusión es que las dos regatas del playoff se han hecho especialmente duras "porque hasta el final no recortamos".

Para el año espera una Liga Gallega "durísima", con Ares y Meira, pero "también con Tirán y con Mecos que ha consolidado su proyecto. Hay que ponerse las pilas desde ya", advierte.