Embutidos Lalinense y Calmear Rasoeiro demostraron ayer en el Novo Monte da Vila por qué les separan 16 puntos en la clasificación provisional. Dezanos y mecos disputaron un choque desigual que siempre estuvo dominado por los de Milucho, y donde las intervenciones de Adrián bajo palos mantuvieron a los locales en el choque sobre todo durante la primera media hora. Sin embargo, la calidad de los del Arena terminó por imponerse a base de un buen balance defensivo y el acierto desde los nueve metros ante un Rasoeiro sin lanzamiento exterior cuya liga particular nada tiene que ver con la de los de Lalín.

La primera parte comenzó con escasas ventajas a favor de los del Arena mientras Adrián sostenía como podía a los mecos en el partido a base de buenas intervenciones. Sin embargo, el Lalinense supo imponer su ritmo en todas las acciones para terminar desarbolando a un "Rasu" impotente, en especial en sus acciones atacantes. Ramón, Pachi y Porto pronto empezaron a hacer añicos la débil defensa de los grovenses e incrementar poco a poco las distancias en el electrónico. Un parcial de 0-2 en el minuto 28 subió el 9-16 al marcador poco antes de acabar el primer acto con siete de ventaja para el cuadro lalinista.

Repaso

La segunda parte fue un auténtico paseo militar para los dezanos. La ineficacia goleadora del Rasoeiro -sólo anotaron siete goles tras el descanso- hizo que el Lalinense oliera pronto la sangre para terminar por liquidar a su rival a base de un balonmano veloz y eficaz tanto en defensa como en ataque. Uxío y José se sumaron al festival goleador rojinegro en O Grove durante una segunda media hora apabullante de los visitantes. La puntilla para el Rasoeiro llegó a los 48 minutos con un definitivo 0-6 que supuso el 14-28 en el marcador, una premonición del resultado final. Con el conjunto meco superado en todas sus líneas, el Lalinense se limitó a ejecutar lo que mejor sabe hacer delante de un pabellón entregado al juego de los de Milucho. Los últimos diez minutos fueron más que nunca de la basura, y evidenciaron las grandes diferencias entre dos escuadras preocupadas porque sonara cuanto antes la bocina final en el pabellón.