La estradense Iria Rivas sumó un nuevo párrafo a su ya largo currículo en el mundo de la marcha con su debut con la selección española de atletismo en una cita internacional. La competición celebrada en Abrantes fue especial en ese sentido pero extraña en cuanto a sensaciones. La acumulación de trabajo y los problemas físicos han hecho que la marchadora del Celta no llegue en su mejor momento al tramo más importante de la temporada. Esos problemas no desalientan sin embargo a la marchadora estradense, que viaja este fin de semana a Gijón con un objetivo ambicioso, lograr una de las dos plazas para el Campeonato de Europa juvenil que se celebrará en Gyor (Hungría).

Rivas ha vivido una temporada para el recuerdo. El oro en el Campeonato de España de invierno y el segundo puesto en el Nacional de 10 kilómetros la convirtieron en el centro de todas las miradas de la marcha española. La estradense tenía sin embargo una fecha marcada en su calendario, el 23 de junio, el día en el que debía jugarse una plaza en el Europeo. El Campeonato de España en Pista que se celebra en Gijón será la oportunidad de agrandar su medallero nacional pero sabe que si esa medalla es de plata u oro, estará a comienzos de julio entre las mejores de Europa.

"Estar en Hungría era uno de los objetivos pero lo vi un poco más cerca a comienzos de temporada", explica la marchadora. "Pensaba llegar a estas alturas un poco mejor pero la temporada va pasando factura", añadió. Rivas explicó que tras la competición de Abrantes tuvo que estar una semana sin poder entrenar por culpa de unas molestias físicas. "Empecé de nuevo esta semana pero ya no puedo cargar mucho. No llego como me gustaría a nivel físico pero las ganas las tengo intactas". Dos rivales cuentan con mejor marca personal antes de la carrera, aunque la estradense aguarda compensarlo con esfuerzo. "Si no me clasifico se acabó la temporada pero sé que ha sido un año increíble, con triunfos importantes y en el que logré debutar con la Roja", afirmó.