Nueve jornadas han sido más que suficientes para conocer al nuevo Estradense de Javi Touriño. La llegada de Juan al equipo parece haber terminado de cuadrar el planteamiento de un técnico que no ha dudado en introducir sus ideas en un equipo acostumbrado a un modelo y a la una mentalidad de juego diferente. Los resultados han acompañado a los rojillos en este inicio de liga a pesar de arrancar en plena adaptación. El paso de las jornadas y la recuperación de jugadores han ayudado a que la imagen del equipo fuese mejorando, dejando un buen partido final en la sólida victoria ante el Sanxenxo del pasado domingo.
| Cambio de sistema. Tras muchas temporadas abrazados al 4-3-3, Touriño ha modificado en planteamiento táctico de un Estradense que el pasado domingo saltó al Municipal con un 4-2-3-1. Este es el esquema más utilizado hasta el momento por los rojillos esta temporada, aunque tiene truco. En la práctica la modificación implica retrasar la posición en la medular de Vicente, que pasa a situarse a la misma altura que Manuti. Touriño juega sin embargo con las posibilidades que le da el de Vinseiro, adelantándolo a la mediapunta si el partido lo requiere.
| Más verticalidad. El Estradense de Tinto introdujo el buen trato al balón como una premisa para ganar, especialmente cuando jugaba en casa. Touriño ha cambiado la mentalidad del equipo. El técnico compostelano huye del juego en horizontal, especialmente en posiciones atrasadas, y busca las transiciones rápidas en busca de espacios. En esa apuesta aprovecha las cualidades de la plantilla, con buenos pasadores en la medular como Manuti, Vicente o Juan y gente rápida arriba y con calidad para encarar como Astray, Pablo o Beiroa. Las únicas concesiones al juego de toque son siempre en posiciones muy adelantadas y especialmente en banda.
| Presión incansable. Para poder explotar las transiciones, el Estradense ha aumentado notablemente la intensidad de su presión. El trabajo de desgaste que antes realizaban jugadores como Unai es ahora compartido. Los rojillos presionan incansables y como un todo en cuanto el rival sale de atrás. En ese aspecto ayuda la incorporación de Juan, un centrocampista que en sus primeros partidos ha destacado por ser un gran recuperador en posiciones adelantadas. En caso de que su primera presión se vea superada, el equipo se repliega muy rápido hasta una segunda trinchera, en donde vuelve a esperar su oportunidad. Con el paso de las jornadas ese trabajo se ve cada vez más automatizado y asimilado.
| Estrategia. El Estradense ha mostrado en sus primeros partidos un gran trabajo en la estrategia. A pesar de no tener un equipo excesivamente alto y fuerte, Touriño quiere explotar más las opciones a balón parado y ya se le han visto jugadas trabajadas, tanto en córners como en faltas cercanas al área. El mismo trabajo se detecta en el plano defensivo, en donde intenta limitar los tantos encajados a balón parado. En uno y otro sentido, las cosas no han salido del todo bien.
| Encajando las piezas. El entrenador compostelano todavía sigue buscando que todas sus piezas encajen en el puzzle que es el Estradense. Al margen del tridente de arriba y de jugadores como Manuti, Vicente o Guti, Touriño ha ido probando diversas soluciones que le ofrezcan mejores garantías. Su último invento es el retroceso de Javicho al lateral izquierdo, algo que implica un sacrificio defensivo del propio jugador que no dudó el alabar.
| Elogios individuales. En el trato directo, Touriño se sitúa un paso más lejos de los jugadores de lo que lo hacía Tinto. El entrenador compostelano es exigente con su plantel y no le ha temblado la mano en la toma de alguna decisión dura. Destaca sin embargo en su discurso con la prensa su elogio individual hacia los jugadores, algo a lo que escapan la mayor parte de los técnicos. Touriño no ha dudado en reconocer públicamente el trabajo de algunos jugadores tras una buena actuación o incluso por su sacrificio en favor del equipo.
