Balonmano - División de Honor Plata

El Inelsa Solar Asmubal se asoma al abismo

Las meañesas pierden en el duelo directo con Palencia y están igualadas con el último

Juan Costas imparte instrucciones a sus jugadoras durante un partido de liga.

Juan Costas imparte instrucciones a sus jugadoras durante un partido de liga. / Noé Parga

Tino Hermida

El Asmubal Inelsa Solar se asoma al abismo tras caer en Palencia ante un rival directo por la permanencia. Las palentinas, hasta ahora colistas, se ponen así un punto por encima de las verdinegras, quedando las meañesas penúltimas por golaverage, empatadas a puntos con el Siero Deportivo asturiano, que es último y que copa por ello la plaza de descenso. Doce últimas jornadas, con once derrotas y un pírrico empate, colocan al Asmubal a un paso del descenso. Por delante, cuatro jornadas y el pesimismo sigue creciendo en un cuadro meañés donde no sale nada.

En Palencia, las meañesas cayeron por deméritos propios tras inmolarse en el primer tiempo. En él, 10 perdidas de balón en la circulación, de ellos 7 por manos blandas en pases sin presión del rival, que no hicieron sino otra cosa que servir contragolpes francos que no desperdiciaron las palentinas. Por un momento, Pulti, con unos minutos dulces en portería, evitó que todo se precipitara antes, pero que al cabo sucedió.

Con los dos equipos muy fallones, el 5-4 del minuto 14 se trasformó en un 9-4. Esa renta hizo que creciera la confianza de las palentinas ante unas meañesas que se diluían en la ansiedad y que dejaban de creer en si mismas. Primero lo hacían con un ataque estático plano, sin profundidad y una circulación previsible reducida a su central y las dos laterales. Y, al cabo, empezaron a hacerlo también con una defensa 6-0, que se descosía a la primera finta conforme avanzaba el primer tiempo. Para más inri, al final el Asmubal precipitó su último ataque, perdiendo el balón y dejando aún unos segundos al rival para que Miriam Aguado, apurada por la bocina, lanzara en apoyo desde 11 metros materializado el gol 17, yéndose así con la máxima renta del primer tiempo al descanso (17-9), y dejando el partido en el alero local.

La segunda parte fue un querer y no poder. Las palentinas controlaron con ventajas cómodas, alcanzando una máxima de 9 en el 46’ (26-17). A la desesperada ya, Juan Costas tiró de una defensa adelantada 4-2 que se le atragantó a las palentinas. Y ahí, ya sin la ansiedad, las verdinegras materializaron un 4-10 de parcial que dejaba el resultado final en un 30-27 que, por lo menos, salvaba el golaverage (el Asmubal les había ganado de 5 en Coirón).

Juan Costas reconoce que “adolecemos de lagunas de concentración en las jugadoras, con la mente lejos, incluso cuando estamos preparando los partidos, eso se mezcla con la ansiedad y se plasma en la cancha, tal y como ocurrió en Palencia: sin concentración, tienen que metérselo en la cabeza, no podemos hacer nada”. Costas apela a un cambio de actitud del plantel “hacemos mejores partidos -lamenta- ante equipos de la zona alta, que no ante rivales directos, que es que cuando el brazo se nos encoge, siendo precisamente cuando toca encarar y ser valientes”

Por delante, cuatro jornadas. De ellas, toca recibir al Gijón y Fuentes Carrionas en Coirón, y viajar a Camargo y Tenerife. Los huesos, primero y último, que pelean en la zona alta, mientras que el palentino Fuentes Carrionas y el cántabro Camargo, llegan en terreno de nadie en mitad de tabla, lo que, sobre el papel, le convierte en los únicos ante los que poder tener chance.