Un punto de los que saben a poco fue el que consiguió el Arosa en el difícil campo del Langreo. Un escenario donde solo un huésped fue capaz de ganar esta temporada, pero en el que los vilagarcianos ofrecieron una imagen que sirve para alimentar la esperanza de cara al objetivo de la permanencia. Y es que los vilagarcianos mostraron una ambición y una entrega que a ninguno de sus aficionados dejó indiferente.
Saltó el Arosa al sintético de Ganzábal sintiendo el aliento de las cerca de cien personas desplazadas desde Vilagarcía para animar al equipo en una fecha tan importante. Una animosidad que se trasladó al terreno de juego con una muy buena puesta en escena de los de Jorge Otero. La apuesta por el doble pivote formado por Pedro García y Sidibe dio una consistencia notable en la medular y la tendencia del juego confirmaba la superioridad visitante en el arranque. Un once que también presentó la novedad de Diego Felices en el eje de la zaga, futbolista llegado esta misma semana procedente del Extremadura.
Más de cien vilagarcianos apoyaron al equipo en las gradas de Ganzábal
Ese dominio posicional también se tradujo en llegadas al área. La primera, bien tempranera, se produjo cuando Pedro García dibujó una pared con Luis Nuño que el vigués remató dentro del área para obligar a intervenir a un bien colocado Adrián Torre. El Langreo pudo sacudirse de manera puntual el mejor inicio de su rival con una gran oportunidad en pies de Francisco Panadero. El futbolista gaditano ganó un balón en largo a la espalda de la defensa para plantarse solo delante de Álex Cobo que le ganó la partida parando su remate cruzado con una mano salvadora.
El susto no descompuso a los arlequinados, de blanco en Ganzábal. Pronto volvieron a coger la manija del juego para volver a generar situaciones de área. Primero con un disparo desde el vértice del área de Luismi que se fue fuera por muy poco y, algo después, con una acción por banda izquierda en la que Cotilla sirvió un balón al área que Beda conectó un remate que fue repelido a córner por un defensa.
Y cuando el partido parecía inclinado hacia la portería defendida por los asturianos, llegó el mazazo del 1-0 prácticamente de la nada. Fue con un balón colgado a la frontal del área por el que saltaron Panadero y Diego Felices sin tocarlo ninguno de ellos. Estuvo más vivo el delantero para recogerlo en su caída y quedarse solo para fusilar a Álex Cobo y abrir el marcador.
Lejos de lamentarse, el Arosa mantuvo su plan de buscar la portería rival. Su mayor control de la zona medular le permitió llegar en muchas ocasiones a las inmediaciones del área azulgrana logrando más saques de esquina que remates. Cotilla ganó protagonismo con centros y con un disparo desde la frontal que paró Adrián Torre en la última acción de la primera parte.
Tras el descanso el Langreo fue el primero en mover ficha. La entrada de David Álvarez se tradujo en un mayor dominio de los asturianos. Al Arosa empezó a costarle mucho más encontrar circulaciones limpias de balón y, aunque sin demasiados apuros, se vio obligado a defender más de lo recomendable para poder enjugar la desventaja.
Luis Nuño abrió las hostilidades en ese tramo con una galopada por la derecha culminada con un remate alto, pero más cerca estuvieron los locales del 2-0 cuando Juan López cabeceó un balón al poste con los vilagarcianos temiéndose lo peor cuando el esférico superó a Cobo. Incluso, poco después Álvaro García también puso a prueba al portero catalán que mostró una buena respuesta al lanzamiento.
Ahí se terminó todo el arsenal ofensivo local. Jorge Otero cambió el dibujo y el Arosa dio un paso al frente con mucha personalidad. Metió al Langreo en su área hasta que llegó el empate. Fue tras una jugada por la derecha que Fontán puso en el área. Remató Diz y, tras dar en un defensa, el balón cayó a pies de Luismi que lo mandó a besar la red. Quedaba más de un cuarto de hora y los vilagarcianos no cesaron en su empeño de llevarse dos puntos más de Ganzábal.
El infortunio rematador volvió a cebarse en el tramo final con Luis Nuño, con un cabezazo alto, pero sobre todo con un Pedro Beda que desperdició una excelente oportunidad de gol, ya en el descuento, cuando solo en el área pequeña no acertó a embocar un balón que confirmó la agridulce sensación de un empate, al menos, esperanzador.
“Hicimos méritos suficientes para lograr algo más”
No dudaba Jorge Otero en afirmar que hicieron “un muy buen partido. Veníamos enrabietados de los últimos resultados. No estábamos siendo el Arosa. Y hoy ante un rival con el que es muy difícil puntuar en su campo, hemos igualado el partido. Nos parecimos al equipo que queremos ser y al que fuimos durante muchos momentos de la temporada. Hicimos méritos suficientes para haber logrado algo más”.
Añadió que “nos cuesta mucho hacer gol y un despiste nos penaliza. También es cierto que ellos tienen un remate al palo, pero creo que en general acabamos el partido jugando en su campo y con una llegada muy clara”. También se refirió al alarde de arosismo en Ganzábal, “por nosotros y por toda la gente que se desplazó; lo intentamos con todo. Estuvimos muy cerca y agradecemos enormemente como están con el equipo y como nos ayudan”.
Ficha del partido:
UP Langreo: 1
Adrián Torre, Gonzalo (Cristian, min. 46), Alain, Juan López, Pana, Jorge Hernández (Peli, min. 46), Lobato, Álvaro García, Angelito (David Iglesias, min. 68), Júnior (Imad, min. 84) y Ebea.
Arosa: 1
Álex Cobo, Javi Fontán, Campillo (Diego Diz, min. 60), Diego Felices (Piay, min. 73), Cotilla, Sidibé (Mon, min. 60), Pedro García, Luis Nuño, Pedro Beda, Julio Rey (Pablo Porrúa, min. 84) y Luismi.
Goles: 1-0, min. 22: Panadero; 1-1, min. 75: Luismi.
Árbitro: Aranda Bujedo, asistido por Santamaría Carrión y Ruíz Martín, del colegio cántabro. Mostró amarilla a Jorge Hernández y Alaín por los locales y a Campillo por el Arosa.
