El Ribadumia dio un golpe de autoridad en Santiago. Llegaban los de Luis Carro con la necesidad de reivindicarse después de dos tropiezos consecutivos en A Senra y lo hicieron. El Estudiantil no pudo evitar que los tres puntos recayesen en poder del equipo que más empeño puso por conseguirlo, superando además la adversidad de quedarse en inferioridad numérica durante más de 25 minutos.

Los aurinegros se reconciliaron con la victoria. Xoán Álvarez

Pronto se pusieron las cosas de cara para los aurinegros. Aún no se habían cumplido los primeros cinco minutos cuando el marcador ya les era favorable. Un tanto que llegó en una acción a balón parado botada por Rubén Cerqueiras y que Catú introdujo en su propia portería al tratar de evitar el remate de un Óscar Iglesias que llegaba presto para ello.

El Estudiantil no pudo evitar que los tres puntos recayesen en poder del equipo que más empeño puso por conseguirlo, superando además la adversidad de quedarse en inferioridad numérica durante más de 25 minutos

El gol no solo le dio al Ribadumia iniciativa en el marcador, sino también en el juego. Se sintieron cómodos los visitantes en un escenario que obligaba a los de Gelucho a dar un paso adelante en un terreno de juego de amplísimas dimensiones. El buen pie de los visitantes ayudaba de manera determinante a defenderse con el balón en los pies, algo que demostraron nuevamente saber hacer muy bien. Por si fuera poco, los de Luis Carro fueron capaces de dificultar los inicios de juego de los locales, un aspecto que le permitía recuperar pronto la batuta del juego ante un Estudiantil que se sentía cada vez más incómodo.

El buen pie de los visitantes ayudaba de manera determinante a defenderse con el balón en los pies, algo que demostraron nuevamente saber hacer muy bien

Fue precisamente a raíz de una recuperación de balón como llegó el 0-2. Fue Cerqueiras el que lo trasladó a campo rival para servir un perfecto pase a la carrera de un Álex Fernández que le ganó la espalda toda la defensa local para encarar a Cristopher y batirlo de tiro cruzado que besó la red tras cambiar de dirección al contacto con el poste.

El Viveiro será el próximo rival de los de Luis Carro. Xoán Álvarez

Pese a lo jugoso de la ventaja, todavía quedaba tiempo suficiente por delante como para la relajación. Más aún en el caso de un Ribadumia que ya ha tenido experiencias negativas con marcadores inicialmente a favor. Además, Roberto Pazos tuvo trabajo antes del descanso con una doble intervención que privó al Estudiantil de recortar la diferencia.

Las bandas, con unos activos Monchito y Cerqueiras, siguieron siendo el mejor camino del Ribadumia en la segunda parte. También por los costados lo intentaba un conjunto local que se topó una y otra vez con un rival muy bien posicionado en lo defensivo.

Dejar la portería a cero fue otro buen síntoma del Ribadumia. Xoán Álvarez

El partido tuvo un punto de inflexión con la expulsión de Álex Fernández. Restaban cerca de 25 minutos y fue entonces cuando el Ribadumia asumió sin rubor un perfil mucho más conservador para mantener lo holgado de la diferencia. El paso al frente dado en esta materia al respecto de otros partidos recientes fue incuestionable. Fue precisamente esa contundencia en materia defensiva la que permitió a los de A Senra gestionar cómodamente un tramo final de partido que devolvió las sensaciones de triunfo tan necesarias.

Con 39 puntos, el Ribadumia iguala al Barco en la cuarta plaza, o lo que es lo mismo, la puerta de entrada al paraíso de la permanencia.

Ficha del partido:

Estudiantil: 0

Cristopher, Jorge Salgado (Diego Iglesias, min. 60), Anxo, Catú, Carril (Moreira, min. 66), Diego, Manu Rodríguez, Suso Martínez, Jacobo Millán (Freiría, min. 87), Sebas Cruz y Fontenla.

Ribadumia: 2

Roberto Pazos, Carlos, Eloy, Pablo González, Diego Abal, Óscar Iglesias, Paco Reigosa (Cheri, min. 69), Monchito (Óscar Martínez, min. 79), Rubén Cerqueiras (Fran Matos, min. 87), Fran Fandiño (Charles, min. 69) y Álex Fernández.

Goles: 0-1, min. 4: Catú, en propia puerta; 0-2, min. 27: Álex Fernández.

Árbitro: Javier Figueiredo Comesaña (Vigo), auxiliado por Iván Mosquera y Miguel Aller. 

Incidencias: Octava jornada de la fase por la permanencia. Encuento disputado en el campo de Santa Isabel de Santiago de Compostela.

Luis Carro // Entrenador del Ribadumia

“No se puede dudar nunca de estos futbolistas”

Luis Carro era un hombre contento, pero contenido, a la conclusión del choque. En su valoración destacó que “hicimos algo muy difícil que es ganar en este campo tan grande, con un rival muy complicado y jugando con diez”.

Del mismo modo, el técnico tuvo palabras de elogio para sus jugadores, “el equipo hizo un trabajo enorme y me alegro sobre todo por los futbolistas porque podemos ganar o perder, pero no se puede dudar de esta gente. Ni de su compromiso ni de su trabajo ni de que lo ponen todo. Luego saldrá mejor o peor, pero me alegro mucho por ellos y en especial por algún futbolista que estuvo en el once que no cuenta con muchas oportunidades y que estuvo a un nivel altísimo”.

La próxima jornada depara la visita del Viveiro al campo de A Senra en una nueva etapa hacia el objetivo único.