Solo la situación sanitaria podrá impedir que el Arosa vuelva a disputar un play-off de ascenso a Segunda División B 27 años después de la última vez. Así lo ha dictaminado la Federación Española de Fútbol, partidaria de que se terminen todas las competiciones una vez el balón pueda volver a rodar.

La consecución de un sueño largamente perseguido todavía no es una realidad tangible. De ahí que si bien la noticia ha alegrado y mucho a la parroquia arlequinada, todavía la prudencia forma parte del sentir general de la entidad dada la poca claridad en términos sanitarios que ofrece a día de hoy el retorno de las competiciones oficiales.

Al menos la opción de dar por finalizada la liga en Tercera División dando como ascendido al vigente líder, que sería el Compostela, ha quedado descartada de pleno. Desde Madrid han apostado por una liga de Tercera División con un ascenso a Segunda B por cada uno de los 18 grupos a nivel nacional y el de Galicia se dilucidará en dos fines de semana en el mes de julio en un lugar todavía por determinar.

En ese formato conocido como exprés, el Arosa, tercer clasificado, tendrá que medirse en semifinales al Ourense, actual segundo. Una eliminatoria a partido único en la que la salvedad es que no habrá prórroga ni penaltis, puesto que de persistir el empate al término de los noventa minutos reglamentarios se daría por vencedor al mejor clasificado, en este caso el equipo dirigido por Fran Justo. Una medida, la de eludir el desempate, que trata de ayudar a los que mejor competición estaban desarrollando hasta la suspensión de la misma a consecuencia del coronavirus.

Otra importante incógnita por despejar es la de saber si ese play-off podrá ser abierto al público, si bien todo apunta a que se disputará a puerta cerrada.