Era algo que se veía venir desde que se comenzó a barajar la suspensión de toda actividad deportiva. El Arosa será una de las entidades deportivas que presente un Expediente de Regulación Temporal de Emprego (ERTE), en el que se incluye a cuatro de los cinco trabajadores con los que cuenta la entidad. El ERTE afecta a tres personas con funciones en el primer equipo y a la responsable de la lavandería, quedando tan solo trabajando la responsable del área administrativa para que pueda continuar con la actividad habitual del club a través del teletrabajo.

El club ha tramitado la solicitud del ERTE a través de una asesoría vilagarciana y se encuentra a la espera de que Trabajo lo autorice, pero desde la entidad ya se adelanta que es la única opción para garantizar la estabilidad económica del club, ya que se dejaría de desembolsar una partida importante de dinero. La opción del ERTE es algo que la entidad siempre tuvo presente desde el primer momento en que se incluyó dentro de las medidas aprobadas por el Gobierno para luchar contra la pandemia protagonizada por el COVID-19. Toda la documentación se entregará la próxima semana, pero el ERTE tendría carácter retroactivo, desde el día en que el Gobierno decreto el estado de alerta nacional.

Estudiando la aplicación de un ERTE también se encuentra el Cortegada, club que ya ha solicitado la suspensión de la Liga Femenina 2 a falta de cinco jornadas por disputarse. Ese planteamiento, realizado a la FEB por el club vilagarciano y otros 20 de la misma categoría, se fundamenta en el coste económico que va a suponer para los clubes reanudar la competición, ampliando los contratos de las jugadoras que finalizan su vinculación a mediados de abril. Además, otra de las preocupaciones es que la mayor parte de las jugadoras extranjeras se han ido a sus respectivos países para afrontar la crisis.

Es el caso de Lukovic en el Cortegada, que se fue para su país el pasado 14 de marzo, aunque el equipo vilagarciano no es de los más perjudicados en ese aspecto, ya que hay otros que han visto como el problema del coronavirus desmantelaba por completo sus equipos, con la marcha de jugadoras determinantes en sus plantillas. El club sigue a la espera de una respuesta por parte de la Federación.