Festival de goles en una primera parte en que las siete dianas se sucedieron en un margen de 42 minutos. Y en la segunda llegó la resaca, emergiendo los palos como protagonistas. Umia y Castrelos protagonizaron un primer tiempo entregados pisar el área rival, ignorando la pausa del centro del campo y aprovechando las facilidades que los zagueros daban en sendas áreas.

A los 2 minutos, sin apenas tomar asiento, una acción aislada de saque de banda de los vigueses acabó en una jugada embrollada en el área del que sacó partido Borja para patear a la red (0-1). Luego dos contactos rigurosos en las áreas fueron penalizadas con sendos penaltis, el primero transformado por Camiño (1-1) y el segundo por Yago para poner al Castrelos de nuevo en ventaja (1-2). En el 14, a un disparo lejano de Camiño respondió el portero vigués con una mano endeble, que dejó el balón muerto para el rechace, y al que llegó Gonzalo para empujar a las mallas (2-2).

En el 35 le daba la vuelta el Umia. Lo hizo un balón servido desde banda derecha, raso al área, donde Chu se adelantó en el primer palo para chutar con su derecha a la red. Y en el 39 fue Docampo quien sacó petróleo de una acción aislada, en que desde el pico del área sorprendió con un disparo en que el balón templado se coló por la escuadra corta. Y cuando en festival de goles se aproximaba al descanso llegó el séptimo que, a la postre, sería definitivo, y que se gestó en un contragolpe con una acción controvertida en la medular, en la que el atacante rojillo sacó partido de un agarrón al rival, que le permitió tomar ventaja para plantarse en el área y servir raso al primer palo donde apareció Sayar para patear a la red (4-3).

En el segundo tiempo ambos se tomaron, si bien las defensas siguieron dando facilidades en las áreas, pero a los atacantes les faltó efectividad para sacar partido de los errores del rival. Primero perdonó Alberto (min. 61), en un saque de esquina raso que le llegó de primera al área donde, solo, pateó centrado, a las manos del portero en un remate franco. Luego en el 73, un servicio de Jito desde la izquierda lo remató en el aire Sayar con la derecha al travesaño. En el 81 Camiño, desde el borde del área, agarró un balón que pateó oliendo a gol, pero que repelió la parte baja del travesaño. Y en el 83, un cabezazo del vigués Borja acabó en el travesaño de Eloy, frustrando el empate. No pudiendo finiquitar, el choque el Umia se entregó a que el tiempo se consumiera en esos diez últimos minutos, ante un Castrelos ya con defensa de tres que, aún sin generar peligro, inquietaba en cada balón aéreo que llegaba al área rojilla, ante la una defensa carente de la contundencia que exigía el momento. Los vigueses se retiraban lamentando aún lo tirado en el primer tiempo.