Se abre una nueva etapa en el Céltiga tras la dimisión irrevocable de Manolo Núñez al frente del banquillo. El 0-8 que le endosó el Ourense precipitó los acontecimientos, sumándose la marcha del técnico al sinfín de contratiempos que viene arrastrando el club desde el verano.

En un absoluto ejercicio de sinceridad, un Núñez muy afectado por lo sucedido afirmaba que "todo el mundo es consciente de que si no hice más es porque no sé. Por dedicación e implicación no le pude aportar más al equipo. Terminar así no lo veía en mis peores sueños". Añadió el ya exentrenador de los de A Illa que "quiero lo mejor para el Céltiga y dañar lo menos posible la imagen del club y ante una derrota tan humillante el máximo responsable y único tomó la respuesta que tenía que tomar".

Respecto a los últimos 20 minutos del choque del domingo en el Salvador Otero donde el Céltiga encajó cinco tantos de los ocho totales, Manolo Núñez afirmó con contundencia que "fue lo peor que he visto en mi vida deportiva". A la hora de dar una explicación a lo sucedido, el entrenador natural de Ourense considera que "es un cúmulo de adversidades. Primero por como fue la semana. Hasta el miércoles entrenamos en Mosteiro y a mitad de entrenamiento se nos fue la luz. Teníamos la baja de Capi y el viernes se lesiona Aram y hubo que trastocar toda la línea defensiva".

Sobre el desarrollo del que ha sido el agrio colofón a su tercera etapa en el banquillo del Céltiga, puntualizó que "empezamos con un autogol y luego hubo el penalti y expulsión de Santi. Y a falta de un minuto para el descanso nos marcan por un gol por un exceso de confianza. Te vas 0-3 y en el descanso hablamos no de ganar sino de que hay muchas formas de perder. Todo iba bien hasta el 70. Lo peor que he visto en mi vida deportivamente, pero bajamos los brazos. Hicimos dos cambios, pero el efecto fue todo lo contrario".

Consultado acerca de sí contaba con el respaldo del vestuario, Núñez considera que "siempre me sentí querido en el vestuario, pero viendo la actitud en el campo me hace dudar". Lo que sí le había dejado a sus jugadores era la importancia de sumar ante el Ourense, "tanto en la previa como cuando hablamos del rival, les hice ver que como entrenador, dada la dinámica, era una final. Quería hacerles ver que de no ganar el club necesitaba un cambio".

No oculta Núñez que "desde la pretemporada ha sido un sufrimiento fuera de lo normal. Confeccionamos tarde la plantilla, abandonos, falta de rendimiento de jugadores?". En la misma línea reconoció que "está siendo muy duro es la primera vez que dimito y nunca he sido cesado, pero entiendo que es lo que me tocaba hacer por cariño al Céltiga".