- ¿Para cuándo quiere tener perfilada o ultimada la plantilla?

-Para el arranque de la pretemporada quiero que tengamos como mínimo el 85% de la plantilla hecha. Tener 16 de los 19 jugadores que necesitamos. Luego confío en tener el temple suficiente para esperar el momento de acceder a jugadores que están en otro mercado y esperar las oportunidades. Trataremos de ir al límite sin dejar escapar ninguna oportunidad.

- De lo que no cabe duda es que usted despierta muchas simpatías en la afición de A Lomba. Me dirá que los resultados lo pueden cambiar todo, pero son pocos los entrenadores que son tan bien recibidos en un club.

-Cualquier entrenador de alguna manera cuando llega a un equipo siempre debe tener un buen recibimiento. En el Arosa sí que siento que, por mi pasado arosista y por mi arosismo, sí que se ha generado una ilusión que yo también palpo. Pero en cuanto el árbitro pite el inicio de la primera jornada, quedará todo en mera anécdota porque lo que va a importar es la clasificación y el rendimiento. Como persona voy a seguir siendo la misma desde el primer día hasta el último. Otra cosa es el juicio que se haga sobre mí por mi trabajo. Evidentemente todo lo que pueda suceder lo tengo que entender después de tanto tiempo como llevo en el fútbol.

- Es conocido su rechazo a la palabra proyecto, ¿pero qué le diría a los que esperan a un Arosa protagonista la próxima temporada?

-Que esperamos responder a sus expectativas. Ese va a ser nuestro combustible. Sé que el jugador número 12 es muy importante, da puntos. En ese sentido, nosotros tenemos una fuerza de la que no disponen muchos equipos con los que vamos a competir. Por ellos vamos a hacer los esfuerzos. Será nuestro gran motor y nuestra gran fuerza. Hay que pensar que es el equipo el que tiene que arrancar el primer aplauso para que se produzca el efecto recíproco. Que la grada y el equipo sean uno.