El Villalonga vuelve a la senda del triunfo y lo hace en una plaza tan complicada como la de Barraña. Una nueva demostración de compromiso con la camiseta del grupo de jugadores que dirige Luis Oliveira ya virtualmente descendidos de categoría.

Con un planteamiento claramente a la contra, los celestes supieron aguantar las primeras embestidas de los boirenses tratando de gestionar bien los espacios que se generaban a las espaldas. Y así fue como llegaron las acciones de los dos tantos.

Una contra iniciada con un cambio de orientación hacia la izquierda fue perfectamente resuelto por Alberto Rey. La sorpresa se hizo aún mayor cuando solo cinco minutos después, Aarón recogió un excelente pase de Diego para sortear a Miguel en su salida y hacer el 0-2 a placer.

El bajón físico esperado de los celestes fue absoluto en la segunda parte. El Boiro, herido en su orgullo, se fue con todo a por la portería visitante, pero se encontró con un extraordinario Marcos Bermúdez, que llegó a desbaratar hasta cuatro claras oportunidades de los locales en una avalancha que solo duró diez minutos.