El Xuven sufrió ayer una derrota de las que duelen, no solo por el resultado, sino por la forma y por el rival ante el que suceden. Los cambadeses, con esta derrota, ven como el colchón de victorias que tenían sobre el descenso se esfuma, a lo que se suma que han permitido la resurrección de un rival al que pudieron darle la estocada final, pero no lo consiguieron.

Las cosas no comenzaron bien para el Xuven. A los hombres de Chiqui Barros se le atragantó la defensa visitante, que impedía tiros fáciles a los amarillos. Un parcial de 2-9 y el dominio del rebote permitieron a los visitantes escaparse en el marcador (6-14). El técnico amarillo se vio obligado a pedir un tiempo muerto para parar la sangría. Un triple de Carlos Poyatos y una intencionada de Adrián Méndez sobre Pablo Villarejo cambiaron esa dinámica hasta igualar la contienda (17-18), una igualdad que se mantenía al final del cuarto tras un triple de Pablo Villarejo que dejaba el electrónico en 22-23.

EL segundo cuarto fue muy similar al primero, con un Xuven que siempre fue a remolque en el marcador, sostenido por su juego interior, sobre todo Carlos Poyatos y Jeffrey Coby, y por un gran Juanchi Orellano. El Zamora, a pesar de estar en la zona baja de la tabla, se mostraba como un equipo correoso, incómodo, con constantes ayudas defensivas y con Hansen, Soler y Hernández minimizando cualquier intento de acercamiento del Xuven. Por si esto fuese poco, Yago Estévez tuvo que irse al banquillo tras cometer su tercera falta personal.

El tercer cuarto no arrancó precisamente bien para los locales, que se encontraron con un parcial de 0-5 de inicio (38-45), aunque los amarillos consiguieron mejorar en defensa aunque seguían sin ser capaces de asegurar el rebote. Un triple y una bandeja de Samu Barros a falta de poco más de un minuto igualaron (52-52) el encuentro, con un Pombal que se volcó en apoyo de los suyos, pero la posibilidad de ponerse por delante en el electrónico antes de finalizar el cuarto la abortó Libroia con un triple.

Con todo por decidir, arrancó el último cuarto, en el que la entrada de Martín Bello consiguió anular, de inicio a un Hernández que estaba liderando el juego de los zamoranos. a ello se unió que, por fin, el Xuven conseguía cerrar el rebote. Fue en ese momento, cuando los amarillos encadenaron su primer parcial importante un 11-0 que les permitió ponerse por delante (67-58). El Zamora solo encontraba soluciones en Ervin. El alero se encargó el sólo de devolver la igualdad al marcador con dos triples y una canasta, con poco más de tres minutos por jugarse (67-66).

A falta d un minuto, Soler consiguió igualar el encuentro (72-72) y taponó en la acción siguiente a Yago Estévez. Eso permitió a los visitantes sacar una falta sobre Hansen, que se encargó de anotar los dos tiros libres de los que dispuso. Quedaban 20 segundos para sumar un triunfo muy importante para cualquiera de los dos equipos, pero apenas se jugaron ya que ambos equipos optaron por hacer faltas y resolver el partido desde el tiro libre. Orellano tuvo la ocasión de igualar hasta en dos ocasiones, pero no lo consiguió. A falta de nueve segundos, Hansen marró uno de sus tiros libres, el Xuven atrapó el rebote y se lanzó en un contragolpe vertiginoso que Orellano resolvió con un triple que no entró. Soler anotó un tiro libre a falta de dos segundos lo que dejó a Barros la ocasión de lanzar otro triple a la desesperada que tampoco encontró la canasta.