El Kemegal Cortegada despertó demasiado tarde ayer en Avilés. Las vilagarcianas que no jugaron un buen encuentro hasta el último cuarto, notaron en exceso la ausencia de Amy Syll, todavía atrapada en Senegal a causa del laberinto burocrático, y vieron como el ADBA se hacía con el juego interior y cimentaba un triunfo que estuvo cerca de impedir en una última fase de juego en la que Sara Gómez y Salomé García se echaron el equipo a su espalda. El primer cuarto no hacía presagiar la debacle que llegaría en los dos siguientes. Aunque poco acertado en ataque, con errores en la elección de tiro, el Kemegal Cortegada mostraba sus buenas armas defensivas, al dejar tan solo en 8 puntos a su rival. Sin embargo, la conexión entre Sierra Moore y Ashley Ezeh comenzó a funcionar en el segundo cuarto, y el Cortegada comenzó a diluirse como un azucarillo, sobre todo en el juego interior, donde la pívot nigeriana, dominaba los tiempos y el rebote. El tercer cuarto no fue mucho mejor, con diferencias que se acercaron a los 20 puntos de distancia, sin que el Kemegal Cortegada diese la sensación de ser capaz de reaccionar.

Sin embargo, en el último cuarto, las vilagarcianas sacaron su orgullo desde el primer momento. Dos triples de Sara Gómez permitían al equipo de Rubén Domínguez endosar un parcial de 0-10 (46-39) que las metía en el partido, con seis minutos todavía por jugarse.

Una intensa defensa en zona permitió frenar la sangría en el interior de la zona y a falta de 40 segundos, las vilagarcianas habían reducido la diferencia a tan solo un punto (57-56) gracias a los triples de Salomé y a una canasta de Andrea Ríos. Sin embargo, en los últimos instantes faltó templanza y un rebote ofensivo de Ashley Ezeh, unido a un triple fallido, dejaban al Cortegada a las puertas de la remontada (60-56). La falta personal de Balic al final, tan solo permitió al ADBA redondear su triunfo.