Unos supuestos insultos con tintes racistas, lanzados desde la grada del campo de A Bouza, en A Illa, contra el árbitro provocaron la suspensión ayer del encuentro de categoría infantil que disputaban el cuadro local, el Céltiga, con la Escola de Fútbol Base de Vilanova. Así se reconocía ayer desde la delegación arbitral en Pontevedra y se encuentra reflejado en el acta del encuentro por el propio colegiado implicado en esta situación, un joven colombiano que responde a las iniciales J.D.P.Q.

Según se refleja en el acta, los supuestos insultos se habrían registrado en la primera parte del encuentro por parte de un grupo de personas que se encontraban en la grada. El colegiado se lo comunicó al delegado del club local, el Céltiga, el cual pidió a esos aficionados que desistiesen en su actitud. Sin embargo, el grupo de aficionados no habría desistido en su actitud, continuando con los insultos en la segunda mitad, lo que llevó al colegiado a decidir suspender el encuentro. Desde la delegación arbitral entregarán la documentación a la Federación Galega de Fútbol para que abra una investigación, que puede acabar con una fuerte sanción para el club.

En A Illa, sin embargo, no comparten la visión del colegiado, asegurando que desde la grada no hubo ningún tipo de insulto con tinte racista, por lo que ya anuncian que se va a recurrir cualquier sanción que se les pueda imponer. Es más, desde el club aseguraban ayer que el mismo colegiado les suspendió otro partido, "alegando lo mismo, cuando nadie en el campo escuchó una sola palabra de estas características". En el club barajan la opción de presentar una queja contra el colegiado si "en el acta ha reflejado lo que dice, porque nadie, ni de nuestro equipo ni del rival escuchó esas palabras". Además, discrepan de la decisión que adoptó el colegiado que "nos dejó a todos atónitos, ya que la normativa indica que, en primer lugar, debe advertirse al club de lo que está ocurriendo, y en caso de que la actitud de esas personas continúe, el siguiente paso es parar el partido y avisar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para que identifiquen a esas personas; por último, la decisión de la suspensión debe tomarse junto con los dos equipos, no de forma unilateral".

El club quiere dejar muy claro que lleva años implantando una política de respeto y fair play entre sus categorías inferiores, tanto contra el racismo como contra las goleadas excesivas, siendo "nosotros los primeros que tomaríamos medidas en caso de que descubriésemos un comportamiento racista, pero en este caso no ha sido así".

Cabezazo

Además de este incidente ocurrido en A Illa, la delegación arbitral de Pontevedra también lamentaba ayer lo ocurrido en Monte da Vila, donde un técnico del equipo infantil del Ribadumia agredió, presuntamente, al árbitro. Los hechos ocurrieron al término del encuentro que enfrentaba al Unión Grove con el Ribadumia. El árbitro, A.C.P., se dirigía hacia el túnel de vestuarios, donde se encontró con J.L.R.L, al que había expulsado en el minuto 60. En esos momentos se inició una discusión entre ambos, la cual fue subiendo de tono hasta que el técnico perdió los nervios y le soltó un cabezazo al trencilla. Ambos fueron separados por los padres de los dos equipos y se alertó a la Guardia Civil y a la Policía Local. El árbitro decidió no presentar denuncia al no haber sufrido ningún daño, pero si que reflejó en el acta lo ocurrido, por lo que el técnico se expone a una fuerte sanción.