Pese a la diferencia de plantel y a las bajas, el Calmear Rasoeiro cuajó un gran partido en Lalín hasta el punto de, contra todo pronóstico, traer en jaque a uno de los gallos de la categoría. De hecho no fue hasta el 56 en que, con 28-25, los grovenses acabaron hincando la rodilla. Dos factores contribuyeron a que la resistencia del Rasu fuera mucho más allá de lo previsto: la buena lectura de los grovenses que jugaron con el descaro que les otorgaba la falta de presión, y un Lalín que marró más de la habitual.

Amparados en un sólido 6-0 defensivo, y bien pertrechado por Noya, el Rasoeiro se sobrepuso al inicio fulgurante del Lalín que les endosaba 7 goles en los primeros 8 minutos. Un tiempo muerto de Quito Parada frenó aquella avalancha. A base de paciencia, los visitantes incluso se fueron por delante al descanso (14-15).

El panorama no cambió en la segunda parte. La permisividad arbitral en ambas áreas propiciaba robos de balón y contragolpes continuos. Con un Lalín que marraba en exceso y que adolecía de tiro exterior y un Rasu que cerraba bien la conexión con el pivote, el partido se movió luego en ventajas mínimas para los locales y sucesivos empates, el último en el 43 (22-22). Pero acto seguido un 4-0 de parcial llevó el electrónico a un 26-22 que parecía encarrilar el choque para los locales. Más los visitantes no se resignaron, tuvo arrestos para reaccionar una vez más y, con gol de Iago, ponerse a dos y disponer incluso de balón para colocarse a uno, pero Quito marró su lanzamiento de cadera. El técnico local agotó su tiempo muerto para cortar la racha grovense y el Lalín tiró de experiencia aplicándose lo indecible en defensa para llevarse el partido de forma sufrida.

Asmubal

En Segunda Autonómica, traspié del Circuitos Galicia Asmubal que no pasó del empate ante el Carballal (25-25), en un partido que el carnaval obligó a celebrarse en Sanxenxo.

Los meañeses, que ganaban de dos (25-23) en el minuto 58, dejaron escapar el triunfo al quedarse con uno menos en pista por exclusión de Pablo.