El Arosa suma y sigue. La sensación de bloque compacto y altamente competitivo volvió a quedar de manifiesto en A Lomba ante el Bergantiños, como antes había quedado demostrado ante el Cerceda y el Deportivo B. Los motivos para seguir alimentando la esperanza de la afición arlequinada permanecen inalterables.

Apoyados en el buen aspecto que presenta el césped de A Lomba, los de Piscis salieron a tener el balón. La circulación del mismo fue lo suficientemente fluida pese a lo tupido de las líneas defensivas rivales. Incluso pronto hubo una buena ocasión en la que primero Sylla, y Fran Fandiño después, no pudieron finalizar.

Poco a poco la dinámica se fue equilibrando. Los de Javier Oreiro también tenían claro a quien y cuando presionar en la elaboración del juego ofensivo lo que provocaba algún cortocircuito en la circulación. Y llegó lo que nadie esperaba. Una transición rápida de los de Carballo guiada por Roberto Piñeiro terminó en un excelente servicio a Álex Pérez tras ganarle la espalda a la defensa. El extremo visitante definió perfectamente el mano a mano ante Jorge Pérez con un disparo que entró pegado a la cepa del poste.

Tocaba adaptarse al nuevo escenario. El que desean los equipos a los que le gusta hacer del orden defensivo su máxima como es el caso de los de Javier Oreiro. Ya no hubo ninguna manifestación ofensiva más de los visitantes en todo el primer tiempo. Sí en el caso del Arosa. La más clara en un saque de esquina en el que Aitor Díaz, impecable todo el partido, obligó a Cristopher a realizar una fabulosa intervención cuando ya se cantaba el empate. También Hugo dispuso de una opción cuando el portero del Bergantiños tuvo que salir a despejar de cabeza un balón fuera del área. El rechace cayó a botas del de Vilaxoán que no puso resolver con un disparo lejano.

La apuesta por darle la vuelta al marcador se mantuvo firme en el Arosa y en ello tuvo mucho que ver la descomunal actuación de un Sylla capaz de desequilibrar defensas con su velocidad y potencia física. Hugo volvió a avisar nada más salir del vestuario tras un pase genial de Fran Fandiño. También la tuvo Eloy, pero disparó arriba.

Era una fase en la que el Arosa se sentía cómodo. Hugo generaba ventajas con sus apariciones en la zona de tres cuartos y también había profundidad por bandas. El Arosa estaba volcado como no podía ser de otra manera, pero el Bergantiños esperaba agazapado su oportunidad. Y la tuvo cuando Álex Pérez se aprovechó de los espacios que dejaba la adelantada defensa local para robar un balón y correr hacia la portería de Jorge Pérez. Se mascaba el 0-2, pero ya llegó sin fuelle a la zona de remate.

La presencia de Sylla en el desenlace del encuentro se hacía cada vez mayor. Sus galopadas eran continuas y, con nuevamente Hugo de lanzadera, el ex del Ribadumia encontró la situación ideal para explotar sus condiciones. El senegalés corrió con el balón unos 30 metros aguantando las tarascadas de la defensa rival para resolver el duelo ante Cristopher con un disparo a media altura que supuso el empate.

Tras el gol el partido entró en una fase de tregua. El calor y el esfuerzo realizado por los locales comenzó a acusarse y el Bergantiños trató de inquietar a balón parado, pero sin consecuencias para un empate que no desagradó a nadie.