O Grove se convirtió en la tarde de ayer en el paradigma del agradecimiento a sus campeones. Tono Campos pudo comprobar en sus carnes el orgullo que supone el contar con el reconocimiento de tu gente. Lo cierto, es que el canoísta no hace más que dar motivos de alegría a sus vecinos. El último de ellos en Oklahoma con el título de campeón del mundo de maratón en canoa individual y la plata en el C-2 junto a Iván Alonso. Precisamente un puesto por delante del barco en el que formaba el isleño Ramón Ferro con su inseparable Óscar Graña, a la sazón, bronce mundial.

Familiares y amigos no quisieron perder la oportunidad de convertirse en los primeros en felicitarle. Para ello se desplazaron hasta el aeropuerto de Peinador a donde llegó el avión que trasladaba a los mundialistas gallegos. Con sus dos medallas al cuello, Tono fue saludando uno por uno a los que allí se agolpaban teniendo aún a flor de piel lo mucho que hubo que sufrir para lograr dos podios mundiales en menos de 24 horas.

El propio Tono reconoció que la pelea en la canoa individual con el húngaro Marton Kover fue muy intensa, "nos fuimos los dos después de las dos primeras vueltas y luego ya nos repartimos cera entre los dos para ver quien se merecía quedar campeón del mundo. Yo me encontré muy bien de fuerzas al final y pude ganar".

Este fue el segundo título individual de campeón del mundo de maratón del grovense tras el conseguido en Roma en 2012. El segundo puesto conseguido el año pasado se convirtió en el mejor acicate, "el año pasado solo nos preparamos tres semanas, pero este año fue mes y medio de preparación muy intensa".

A Campos siempre le quedará la duda de que hubiese pasado en el C-2 de contar con más tiempo de recuperación, "en menos de 24 horas ya estábamos remando", pero da por muy buena la medalla de plata solo superados por la embarcación húngara.

Ya mirando en perspectiva, y a la espera de su próxima paternidad, Tono Campos tiene muy claro que la temporada recién finalizada no ha podido ser más positiva. "Volver con un oro y una plata de un Mundial después de ser quinto en una modalidad olímpica como el C-2 1000 en el Europeo de Brandemburgo, además de quedarme a solo 83 milésimas de una beca ADO en el Mundial de Moscú, son hechos que me obligan a pensar que la temporada estuvo francamente bien".

De esa misma opinión fueron los muchos grovenses que ayer acompañaron su entrada en O Grove en una caravana triunfal. Una pasarela de vítores que desembocó en la plaza de O Corgo.