Éxtasis celeste en el pabellón de Navia

El Celta Zorka Recalvi logra un cómodo triunfo sobre el Bembibre y la apurada victoria del Girona sobre el Gran Canaria otorga la salvación al equipo vigués

Las jugadoras 
celestes,
rodeadas de niñas,
celebran la salvación
en Navia.   | // ALBA VILLAR

Las jugadoras celestes, rodeadas de niñas, celebran la salvación en Navia. | // ALBA VILLAR / raúl rodríguez

raúl rodríguez

El pabellón de Navia volvió a vivir otra tarde mágica. Si hace un año las jugadoras festejaban el ascenso a la máxima categoría del baloncesto femenino nacional, ayer celebraban que seguirán un año más entre las mejores. Fueron cinco minutos agónicos, ya que había que esperar al final del partido que enfrentaba al Spar Girona y al Gran Canaria. Nadie se movía de la grada y las jugadoras se arremolinaban alrededor de uno de los pocos móviles que tenía cobertura en Navia, ya que todos tiraban de internet para ver los instantes finales en Fontajau. De repente, la grada estalló en un grito que significaba que la permanencia estaba en el bolsillo y comenzó la fiesta.

Las jugadoras
del Celta
Zorka Recalvi, 
pendientes del
partido del Girona.
  | // ALBA VILLAR

Las jugadoras del Celta Zorka Recalvi, pendientes del partido del Girona. | // ALBA VILLAR / raúl rodríguez

Al Celta Zorka Recalvi ayer no le tembló el pulso. Visitaba Navia el colista, pero daba igual quién estuviera enfrente, y eso se dejó ver sobre el parquet. La tarde comenzaba con la entrega a Musa del premio como jugadora revelación de la temporada. Todo el pabellón de Navia, puesto en pie, coreó el nombre de la nigeriana. Después, dobles figuras, con veinte puntos y diez rebotes.

Musa, jugadora 
revelación de la liga
 esta temporada. | // ALBA VILLAR

Musa, jugadora revelación de la liga esta temporada. | // ALBA VILLAR / raúl rodríguez

No fue la única jugadora destacada en el partido de ayer ante Bembire. Elba Garfella jugó, sin lugar a dudas, su mejor partido de la temporada y, posiblemente, de su trayectoria en Vigo. Siete de nueve en tiros de dos y tres de cuatro en triples. Todo ello aderezado con seis rebotes, tres de ellos ofensivos.

Regina y Prats, 
felices.   | // ALBA VILLAR

Regina y Prats, felices. | // ALBA VILLAR / raúl rodríguez

El partido comenzó con mucha velocidad. Bembibre no quería ser una comparsa en su despedida de la máxima categoría y le imprimió al partido un buen ritmo. Eso sí, el acierto de las viguesas ante el aro rival era muy alto, por lo que la entrenadora leonesa decidió colocar a su equipo en zona.

El Celta Zorka Recalvi supo leer bien el partido. Si tienes problemas para tirar de fuera o si no tienes un buen día en los lanzamientos, pues meter balones interiores, y allí las viguesas conseguían imponerse a sus rivales y llevarse el gato al agua.

Al final de los primeros diez minutos de juego, los catorce puntos de diferencia eran un buen reflejo de lo que estaba sucediendo sobre el parquet de Navia. Además, Bembibre tenía un problema serio, y es que con la falta de efectivos, el alto ritmo del partido le pasaba factura. Al descanso, el partido ya estaba resuelto, pues las viguesas ganaban por veinte puntos de diferencia, 50-30.

Aunque en el Celta Zorka Recalvi nadie quería despistarse lo más mínimo, en la grada ya se veía movimientos del móviles, y es que todo el mundo buscaba información de Fontajau. Tanto fue el interés que la red se bloqueó y en los minutos finales era muy complicado tener cobertura en el ya de por si complicado pabellón de Navia. Al final, ganó el Girona por 78-73 El sufrimiento bien vale la pena y el Celta seguirá siendo de Liga Femenina.