Tribuna Libre

Un caballero sentado y de pie

Franz Beckenbauer.

Franz Beckenbauer. / Ina Fasbe

Modesto Vázquez Riveiro *

Ha fallecido Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol alemán de los años 60 y 70. Este acontecimiento me hace recordar que en un partido de Champions League que arbitramos a su equipo, estaba en el banquillo dirigiendo al Bayern.

Toda la prensa deportiva se hace eco de su elegancia y buen hacer en el terreno de juego. Yo quisiera resaltar una experiencia muy curiosa que me ha sucedido cuando este célebre jugador estaba en el banquillo.

Resulta que por aquella época el reglamento decía que el entrenador era el único que se podía levantar para dar instrucciones y seguidamente tenía que sentarse. El incumplimiento de esta norma conllevaba una amonestación y, de insistir, la expulsión.

Franz Bekembauer nunca se sentaba en el banquillo durante los partidos. Su posición natural era estar de pie, apoyando su cuerpo sobre el lateral del banquillo. En los seminarios a los que tuve que asistir, citando casos como el suyo, siempre expuse que hay que aplicar el sentido común. “¿Cómo vas a amonestar o expulsar a un entrenador con una conducta intachable, del que no te enteras de su presencia, por estar de pie donde ni tan siquiera molestaba?”, argumentaba.

Hoy, con el beneplácito de árbitros y dirigentes, se permite a entrenadores y auxiliares campar a sus anchas y protestar airadamente las decisiones arbitrales. El reglamento ha variado, incluso se ha creado el área de banquillos para limitar los desplazamientos de los integrantes. No sirve de nada.

Para seguir así, se deberían anular las línea que delimitan las áreas de los banquillos. No tengo dudas de que para Franz Beckenbauer, limitar el espacio en el que desarrolla su labor un entrenador hubiera sido humillante y habría atacado su dignidad. Claro que no todos son como él…

* Modesto Vázquez Riveiro fue árbitro y asistente internacional