División de Honor Plata Masculina

Gil protege un épico empate del Valinox con el líder

Celebración del Valinox Novás.

Celebración del Valinox Novás. / Valinox Novás

A.A.

Valinox Novás   32

Héctor Gil, Paulo Ostolaza, Alejandro Dorado (1), Yago Santomé (2), Iago Flores (1), Pedro Iglesias (1), Diego Pérez (6), Paulo Dacosta (5), Germán Hermida (1), José Leiras (1), Aladino Fernández (2), Andrés Sánchez, Manu Martínez (4), Dusan Trifkovic (6), Pablo Castro (1), Oriol Teixidor (1).

Guadalajara     32

Rolandas Bernatonis (5), Francisco Lombardi (9), Haitz Gorostidi (1), Manuel Catalina, Jorge Romanillos (1), Denys Alessandro da Silva (2), Enrique Calvo, Fabio Rocha (8), Jesús Arribas (1), Miguel Llorens, Marcos Dorado (3), Nicolás García, Santiago Simón (1), Daniel Santamaría, Alberto Serradilla, Juan Antonio Jodar (1).

Parciales: 2-4, 4-6, 6-9, 9-13, 12-15, 15-16 (descanso), 18-18, 21-23, 24-24, 27-28, 30-30, 32-32. Árbitros: Cristian Dasilva y Tomás García. Excluyeron a los locales Santomé, Hermida, Martínez y Castro, y a los visitantes Catalina, Llorens y Jodar. Incidencias: Lleno en O Calvario.

El Valinox no fluye en este primer tramo. El equipo rosaleiro, tras salvar la categoría en la última acción del último partido en su campaña de regreso a Honor Plata, la 18-19, había enlazado cuatro temporadas en las que siempre circuló por los puestos altos, clasificándose para las liguillas de ascenso y coqueteando con ese soñado salto a Asobal. Ahora, en una competición reconvertida a la más sencilla liga regular de todos contra todos, el equipo está teniendo dificultades para mostrarse regular. Tampoco le está favoreciendo la fortuna, ni con las lesiones ni en finales como en la cruel resolución de su gran partido en Antequera (28-27). Pero la directiva conserva la calma, César Armán actúa como técnico comprometido que es y la escuadra exhibe alma. Así fue como logró ayer arrancar un empate contra el Guadalajara, inabordable líder que hasta entonces solo había cedido otras dos igualadas en once jornadas.

El punto no le sirve al Valinox para escapar del peligro, pero sí para restañar su autoestima. El equipo local, aunque a remolque, respondió siempre a los golpes visitantes, con la eficacia de sus extremos, y llegó a situarse 19-18.

El Guadalajara recuperó la iniciativa en la trepidante recta final, con sucesivos empates y ventajas suyas. Diego Pérez anotó el 32-32 de siete metros a 33 segundos del final. El Guadalajara atacó y Da Silva marcó a falta de cinco segundos, pero su equipo se había precipitado en el saque del golpe franco. Da Silva percutió de nuevo, se fue hacia el lado débil con una gran finta e intentó anotar de rosca. Héctor Gil interceptó el tiro para júbilo de un Calvario abarrotado, que nunca perderá la fe en los suyos.