Fútbol

La Copa Vigo, a Matamá tras 76 años

El Sárdoma B goleó al Valladares (8-0) en el Federativo y retiene el título femenino

El Atlántida celebra la conquista de la Copa Vigo.

El Atlántida celebra la conquista de la Copa Vigo. / A. Ovenza

Redacción

La Copa Vigo engordó una leyenda ya nonagenaria (1933-2023), con la victoria de la SCD Atlántida de Matamá sobre la UD Santa Mariña por 1-0 (0-0 al descanso) en un Federativo de Coia con excelente ambiente. Porque fue de esas finales de estilos opuestos, de un conjunto dominador (Santa Mariña) y otro efectivo (Matamá), que con sus filosofías honraron el palmarés del campeonato de fútbol más antiguo de Galicia.

La Copa Vigo, ausente durante la Guerra Civil y en alguna edición más del siglo pasado -amén de en 2020-, está trufada de finales apoteósicas, de polémicas (la de 1946, entre Turista y Matamá, en principio ganada por estos por “incomparecencia” de aquellos, se acabó jugando en 1950, con 4-0 para el Turista), de grandes ambientes… y de un marcador muy habitual en el siglo XX (el 1-0 se había dado en dieciocho oportunidades), pero no en el XXI (solo en 2007). Y en su noventa cumpleaños, no defraudó. 

En el segundo duelo de este año entre ambos equipos de 1ª Galicia, el Santa tuvo las ocasiones (Francisco Tielas, en boca de gol, remató al larguero; Santos Fonterigo, su “pichichi”, gozó de varias), pero unas veces el guardameta azul Xoán Miguel Iglesias, enorme, y otras su segura zaga sacando el balón de la misma línea cuando la afición vermella estaba a punto de celebrar el gol, mantuvieron su puerta a cero. Por algo son el segundo equipo menos goleado de su campeonato liguero. En realidad, el Matamá ha vivido en el alambre todo el trofeo vigués desde los octavos de final. Los pupilos de André González ganaron 0-1 en La Guía con gol de David Portas en el minuto 90, pasaron por penaltis en Candeán en cuartos (1-1) y en las semifinales igualaron en el 90 un 2-2 en A Pirucha tras ir perdiendo 2-0 contra el San Miguel, para clasificarse de nuevo desde los once metros. Si eso no es sufrir…

Celebración del gol que decidió la final.

Celebración del gol que decidió la final. / A. Ovenza

Así, cuando en el minuto 74 una internada por la banda izquierda acabó en centro medido al área pequeña, con Rafael Martín Casal adelantándose a Pablo González para meter la bola derecha y mandar el balón al lado contrario del meta Miguel Benavides, la historia tachaba de nuevo el nombre de los de Cabral, que han perdido así las cuatro últimas finales jugadas (2013, 2015, 2018 y 2023). No hay un precedente así. Para el Matamá, sexta final y tercera Copa Vigo en su historia tras las conquistadas en 1945 y 1947. No se plantaba en el choque por el título desde 1997.

Para el Matamá, en este formidable duelo de parroquias, el año está acabando de cine. Desde que el 22 de octubre tumbó al líder del grupo 5, el Santa Mariña, por 2-1 (gol del empate de Martín Casal y triunfo con penalti en el 90 marcado por Tomás), su trayectoria ha ido in crescendo y ahora tiene opciones de superar a los de Cabral en la tabla, peleando por el ascenso.

En la entrega de premios, Manel Fernández, concejal de Deportes, felicitó a ambos equipos por el excelente partido. Acompañado por el vicepresidente de la RFGF, Fernando Iglesias, y por los presidentes de ambos clubes, Christian González y Xosé Carlos Blanco, se procedió a la entrega de trofeos.

La capitana del Sárdoma B levanta el trofeo.

La capitana del Sárdoma B levanta el trofeo. / A. Ovenza

Final femenina. Jugada antes, poca historia tuvo por la diferencia de categorías (el Sárdoma CF B es de 1ª Autonómica y el Valladares juega en 3ª Galicia), aumentada además en el hecho de que algunas de las futbolistas del filial sardomista también se están rodando, con buen rendimiento, en 3ª RFEF.

El Valladares sí plantó cara en el primer periodo, pero las de Sindo Gómez se adelantaron a los dos minutos de juego y sentenciaron el choque a la media hora, alcanzando el descanso con ventaja (3-0). Al final, 8-0 para el Sárdoma B, que ha retenido el título con goles de Eva Valverde (4), “Luchy” Fernández (2) y “Peque”, de penalti, marcando su rival un tanto en propia puerta.