Nueva seleccionadora

Aquella niña que jugaba al fútbol en las calles de la Pola ahora es seleccionadora nacional: así es Montse Tomé

La sierense, que llegó de la mano de Jorge Vilda al cuerpo técnico de España, le sucede ahora como primera entrenadora tras una carrera como jugadora en la que superó, sin darse importancia, todo tipo de obstáculos para alcanzar la cima

La RFEF nombra a Montse Tomé nueva seleccionadora tras la destitución de Jorge Vilda.

La RFEF nombra a Montse Tomé nueva seleccionadora tras la destitución de Jorge Vilda. / Eloy Alonso

Nacho Azparren

Aquella niña que empezó a jugar en la calle, en el barrio de La Isla de Pola de Siero, y que tuvo que superar todo tipo de obstáculos para poder competir al fútbol junto a los chicos, será ahora seleccionadora absoluta de España. Bajo su mando estarán las campeonas del reciente Mundial de España, después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) la haya elegido para sustituir a Jorge Vilda, fulminado a raíz del escándalo del caso Rubiales. Pero nada es nuevo para la asturiana: ni superar retos, a los que hizo frente siendo una pionera del fútbol femenino en la Pola de Siero en la que creció; ni tratar con las campeonas del Mundo, a las que ya conoce más que de sobra al haber sido durante años la mano derecha del propio Jorge Vilda.

Sin embargo, Montse Tomé se desmarcó contundentemente de la controvertida actitud del presidente de la RFEF en la celebración del Mundial de Australia, con el ya archiconocido beso a Jenni Hermoso incluido. Una postura diametralmente opuesta a la de Vilda, que fue de respaldo a Rubiales. Ahora, fruto de las circunstancias, pero fundamentalmente de su experiencia con la selección española, asumirá las riendas de un equipo nacional que quiere seguir marcando una época en el fútbol femenino internacional. Será la primera mujer en ostentar el cargo y se estrenará en septiembre ante Suecia y Suiza en la competición de la Nations League.

Montse Tomé (Oviedo, 1982) ha sido la gran contribución asturiana al éxito mundialista de las Jenni Hermoso, Alexia Putellas, Olga Carmona, Aitana Bonmatí... Ella misma fue jugadora internacional con España y, aseguran quienes saben de esto, ha sido clave en el gran funcionamiento de España en este último Mundial. La sierense, que destacó como futbolista en su momento, cumplió su sueño de ganar la Copa del Mundo ya como entrenadora.

Entró en el cuerpo técnico de la selección nacional en 2018, para trabajar con las categorías inferiores y con el equipo principal, como asistente de Jorge Vilda. Antes, había destacado como una de las futbolistas más importantes de Asturias en toda la historia del fútbol femenino.

Tomé le dio al fútbol desde bien pequeña, pero no sería hasta los 12 años cuando se enroló en un equipo, en el Romanón sierense. Después se siguió formando en el Oviedo Moderno, club en el que se forjó y llegó al primer equipo. El paso al escaparate nacional le hizo tomar las maletas y poner rumbo a clubes importantes en el panorama nacional, como el Levante y el Barcelona, para acabar volviendo de nuevo al Oviedo Moderno.

Pero antes de iniciar esa carrera, Montse Tomé tuvo que abrirse hueco no sin dificultades, aunque ella le quite hierro al asunto y lo cuente sin darse mayor importancia. "Empecé a jugar sin equipo, jugando con chicos. Ahora, veo a estas futbolistas con los recursos que tienen a su disposición, que pueden vivir de su profesión, y lo que están logrando y es una situación que para mí era impensable", contaba ella misma en une entrevista a LA NUEVA ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, antes de ejercer como pregonera en las fiestas del Carmín de la Pola de 2021.

¿Y cómo recuerda ella el comienzo de todo? "Yo empecé a jugar al fútbol en la calle. Vivía en el barrio de La Isla y ahí me crie. Aprendí a jugar al futbol en la plaza pequeña, que llamamos El Parquín, donde siempre me encontraban jugando con mis amigos. Es algo que se ha perdido ahora. A mí me gusta recordarlo porque el fútbol de la calle forma parte de mi historia. Yo era algo trasto y muy inquieta. No tengo imágenes de romper nada, pero sí de ir a pedir el balón al primer piso porque lo habíamos colado ahí", rememora Montse Tomé.

A partir de ahí, comenzó su lucha por competir en el fútbol base, algo muy difícil para una niña en aquella época. "Como antes no se podía jugar al futbol mixto, yo quería jugar en el equipo de Pola, que es el Romanón, pero no me dejaron porque era una chica. Así que hice otros deportes como kárate, balonmano o natación por el verano. Jugaba en la calle con mis amigos, en el recreo, pero en un equipo empecé con doce años, en el Romanón. Estuve ahí un año y luego me fui al Tradei, se llamaba, luego Peña Azul, y luego fue el Oviedo Moderno. Estuve 14 años. Luego en el Levante, Barcelona, y regresé al Oviedo Moderno", explicó en la entrevista a LA NUEVA ESPAÑA la ahora gran protagonista de la actualidad deportiva (y no deportiva) nacional.

Jugando en el Levante, uno de los clásicos femeninos, Montse Tomé llegó a conquistar la Superliga, la máxima categoría, en la 2007/08. Sus grandes actuaciones le sirvieron para ser internacional con España. Y, como no podía ser de otra forma, volvió a Oviedo para acabar su carrera en el Moderno. Porque su Asturias natal siempre le tiró mucho. Incluso ahora, que por sus responsabilidades para la RFEF reside en Madrid, hace escapadas a Pola de Siero en cuanto puede.

Fue precisamente Jorge Vilda, ahora fulminado, el que apostó directamente por Tomé. Apenas se conocían, pero el técnico lo tuvo claro. Fue poco después de que la asturiana se hubiera sacado el curso de entrenadora. Ella no lo dudó. Aceptó al momento. Junto a Vilda le ha tocado guiar el barco en los tiempos más convulsos, los del amotinamiento de algunas futbolistas. A pesar del terremoto creado, Vilda se mantuvo a flote con el refrendo de Rubiales y de la Federación Española. Y, a su lado, Tomé, una pieza clave para entender el engranaje de la selección que aspira a convertirse en campeona del mundo.

Ella misma explicaba así el tándem que formó junto a Jorge Vilda: "Yo estaba haciendo el curso de entrenadores de la Federación y Jorge era profesor de táctica. Cuando acabé el nivel d2, me llamó y me propuso entrar en el staff. Yo flipaba. Dije que sí, pero que teníamos que darnos un tiempo para ver si la cosa funcionaba. Y parece que funciona porque ya llevamos 5 años". La consecución del Mundial de Australia fue ya la prueba irrefutable de que ese equipo técnico cuajó.

Pero las turbulencias del caso Rubiales han acabado por hacer temblar todo. Jorge Vilda eligió un camino en este caso. Y Montse Tomé tomó otro. Ahora, Vilda ha caído, y la asturiana toma las riendas de una selección campeona del Mundo. Pero, a buen seguro, todo ello no cambiará su forma tan natural de explicar las cosas. Como lo hace con su trayectoria vital y futbolística: "No tengo experiencias negativas y soy lo que soy gracias al inicio en la calle, a mis padres, a mi familia y a la educación recibida".

También con naturalidad asume los avances que han conseguido las mujeres en el fútbol, y el camino que les queda por recorrer. "Mi generación, de niñas, no teníamos referentes femeninos en el fútbol. Ahora todas las niñas que juegan tienen sus referentes, conocen a las futbolistas y las siguen. Las idolatranYa está el camino hecho. Ha cambiado todo: el seguimiento, el trato de los medios, los estadios...", recalca, sabedora, aun así, de que "el fútbol femenino no se puede comparar con el masculino". Porque, tal y como subraya Montse Tomé, "es un deporte joven en el que tenemos que crear nuestro propio camino". Y ahora ella será la principal guía española para que las mujeres transiten ese camino con rumbo fijo al futuro y dejando atrás, en el pasado, el "terremoto Rubiales".

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