TENIS | MASTERS 1.000 DE MIAMI

El Alcaraz más maduro frente a la empinada defensa del número uno: “No siento demasiado la presión”

El tenista murciano, que ha recuperado su mejor versión tras iniciar el año fuera de las pistas por las lesiones, está obligado a revalidar título en Miami si quiere retener el primer puesto del ránking ATP

Carlos Alcaraz durante el torneo de Indian Wells.

Carlos Alcaraz durante el torneo de Indian Wells.

Daniel Gómez Alonso

Sigue Carlos Alcaraz ingeniándoselas para no perder un ápice de la frescura con la que irrumpió hace algo más de un año y medio en el mundo del tenis y acaparar gran parte de la atención en cada torneo que pisa. Ni las lesiones, que le frenaron en el final de la campaña pasada y en el inicio 2023, ni la presión de los focos que le apuntan continuamente como el heredero del ‘Big Three’, han hecho mella en el carácter del murciano, que en el último mes está recuperado a bocados el terreno perdido por sus percances físicos en los primeros meses de la temporada.

Lo hace en Estados Unidos, tierra fértil para su tenis y en la que ha encontrado el ecosistema perfecto para empezar a construir un palmarés que asusta a sus 19 años. Dos de sus tres Masters 1.000 (Miami 2022 y el reciente Indian Wells) y su único Grand Slam (US Open) llegaron en suelo yankee, con un público que le ha adoptado como si se tratara de un compatriota más por su juego imaginativo –“Intento crear y realizar golpes extraños y bonitos”– y alborotador contra la monotonía. Y donde pretende seguir dando lustre a su colección de trofeos antes de prepararse para la gira de tierra batida que desembocará en el segundo grande del año, Roland Garros.

Casi sin descanso después de conquistar el Valle de Coachella, Alcaraz iniciará este viernes ante el argentino Facundo Bagnis (20.00; Movistar Deportes) la defensa del título en Cayo Vizcaíno con la ambición de hacerse con el Sunshine Double (doblete Indian Wells-Miami) en una misma temporada. Olvidadas las roturas en el abdominal y en la pierna derecha que le llevaron a perderse la Copa de Maestros y el Open de Australia, apenas ha necesitado tres torneos para, de un plumazo, despejar todas las dudas sobre cómo volvería tras un parón de 102 días, prácticamente desde que conquistó el US Open y se convirtió en el número uno más joven de la historia

Solo una derrota

“Siempre es difícil volver a la competición, pero esperábamos que regresara bien. Hacerlo así le da una confianza enorme para lo que viene”, cuenta Antonio Martínez Cascales, técnico que le acompañó durante la gira sudamericana hasta la incorporación de Juan Carlos Ferrero, y que forma parte del equipo que guía los pasos de Alcaraz desde que era un niño. “En Argentina fue entrando en juego poco a poco y ganar a la primera le dio mucha moral, aunque solo fuera un ATP 250. En Brasil tuvo el susto en la final y quizás por eso esperábamos que le costara un poco más al llegar a Estados Unidos, con el cambio de superficie, pero jugó un torneo de 9,5, por no decir de 10”.

Tras su vuelta a las pistas, el tenista murciano acumula 14 victorias en 15 partidos, tres finales y dos títulos (Buenos Aires e Indian Wells), recuperando, de paso, el número uno del ránking ATP y la sensación de estar en su máximo esplendor justo antes de llegar al torneo donde conquistó su primer gran triunfo hace un año, convirtiéndose en el primer español en ganar en Florida.

Mucho ha cambiado el cuento desde entonces para Alcaraz, que en 2022 llegó a Miami sin presión y siendo una promesa y ahora lo hace como cabeza de cartel y con la obligación de ganar para mantener el número uno. Apenas 260 puntos le separan de Novak Djokovic, al que Estados Unidos mantiene vetado por su rechazo a vacunarse, por lo que solo le vale con reconquistar el título para seguir en lo más alto del ránking.

“Significó mucho para mí recuperarlo. Era un objetivo”, reconoció hace unos días tras volver a la posición que le acredita como mejor tenista del mundo, asegurando que le “ayudaría a seguir rindiendo al mejor nivel”, en contraposición con lo que ocurrió en el tramo final del año pasado.

"No hice las cosas al 100%"

“Hay una diferencia abismal entre este momento, que ha recuperado el uno, y cuando llegó por primera vez en septiembre”, abunda Martínez Cascales, que reconoce que el “bombardeo” de lo vivido hace apenas unos meses fue duro de digerir para Alcaraz y ahora, en cambio, se ha vivido como “algo más normal”. Como contó el propio tenista español, durante los meses en los que estuvo parado “no hice las cosas al 100% fuera de la pista”, algo que le sirvió para darse cuenta de lo ”importante que es mantener la rutina durante todo el año, el descanso, los suplementos nutricionales, comer bien...”.

“Tanto él como el entorno personal son en este momento más conscientes de que la cuestión es seguir trabajando y tener tranquilidad la mayor parte de los días, porque entonces fue un sinvivir de compromisos que te quitan entrenamientos y el foco. Es algo que tienes que vivir para darte cuenta”, reflexiona Martínez Cascales, que ya pasó por el mismo proceso cuando entrenó a Juan Carlos Ferrero. “Los que tienes con los patrocinadores no te los puedes quitar, pero luego hay otros como los institucionales o los sociales que sí que puedes manejarlos, o escalonarlos en el tiempo. Él quería abarcarlo todo y la temporada de tenis es muy exigente, no te deja tiempo para todo y te acaba pasando factura. A eso se refería cuando dice que no hizo lo correcto”, explica el técnico de Villena.

Un aprendizaje que también se ha trasladado a la pista, donde sigue dando muestras de que el proceso de madurez acelerado sigue su curso. “Mi actitud ha mejorado, el estar relajado y disfrutar, el no tener presión; por eso es por lo que he jugado a un nivel tan alto. Siento que ya no tengo demasiada presión, juego relajado. Confío en cada tiro que pego y, si fallo, no importa”, apuntaba Alcaraz, desde el domingo pasado también el tenista más joven de la historia –19 años y 10 meses, por los 21 del ruso Marat Safin– en recuperar el puesto más alto del ránking tras haberlo cedido.

“Es el proceso lógico y lo normal, y aún le queda mucho por madurar. Lo que buscamos es que sea más regular durante los partidos sin perder su carácter y su forma de ser en la pista, esa alegría y ese desparpajo que es muy positivo. Es algo que ha conseguido en Indian Wells, ese es el camino”.

Sin Djokovic en liza y con Rafael Nadal reservando esfuerzos para la gira de tierra, el español es indiscutiblemente el hombre a batir en el segundo Masters 1.000 de la temporada. Pero aún venciendo en Florida, lo tendría complicado para retener el número uno en los próximos torneos.

Hasta Roma, torneo que precede a Roland Garros, defenderá otros 1.510 puntos cosechados tras ganar el año pasado en Barcelona y Madrid y caer en primera ronda en Montecarlo, un intervalo en el que el serbio apenas sumó 520 el año pasado. Un reto para el que Alcaraz, ahora sí, parece preparado.