La caravana de la Vuelta ya estaba este lunes en Alicante o camino de esta ciudad que acoge la única contrarreloj individual de la prueba, de 31 kilómetros, absolutamente llana y que tendrá la dureza añadida con el viento de cara en muchas fases de la etapa. Remco Evenepoel no es solo el favorito, sino el ciclista que tiene ganas de apuntarse en el palmarés su primera victoria en la Vuelta. El rendimiento de Primoz Roglic es la gran incógnita en la jornada de este martes.

Sin embargo, al margen de la defensa que pueda realizar Enric Mas de la segunda plaza de la general, la contrarreloj estará muy pendiente del rendimiento de los dos chicos de oro de esta carrera; Carlos Rodríguez, cuarto, y Juan Ayuso, quinto de la general, con 21 y 19 años respectivamente. A ambos, no se les da nada mal el denominado arte de la contrarreloj por lo que confían en mantener contra el 'crono' el papel de grandes activos de la carrera.

"Será una contrarreloj muy dura por el viento de cara, que no es lo que mejor me va. Lo único que digo es que yo no pensaba que estuviera a estas alturas de la Vuelta en la posición donde estoy", declaró este lunes Carlos Rodríguez, que ya es el corredor más destacado en el potente Ineos británico.

Juan Ayuso tiene como mejor referencia la contrarreloj disputada en el Critérium del Dauphiné sobre 32 kilómetros donde fue el décimo de la etapa, a 1.32 minutos del vencedor, Filippo Ganna, pero a 52 segundos de Roglic. "Ni siquiera me planteo ganar la Vuelta sino ir día a día. No quiero proponerme ningún objetivo, ni de podio ni de nada, porque si fallo me quedaría un mal sabor de boca. Como me dijo mi entrenador en esta Vuelta se trataba de dejar destellos de calidad aunque soy ambicioso», asegura el ciclista alicantino. Y bien cierto que lo está consiguiendo.