Como en el Mundial de Eugene, otra vez tres españoles van a disputar una gran final, esta vez continental, en una distancia, el 1500, que por su mezcla a partes iguales de estrategia, resistencia y velocidad durante de tres minutos y medio, resulta especialmente atractiva. Tras una larga travesía por el desierto, el 1.500 español vuelve a ser uno de los protagonistas principales. 

Como en los mejores tiempos del 1.500, Mario García Romo, Ignacio Fontes y Gonzalo García tomarán la salida junto a Jakob Ingebrigtsen, que quiere el doblete en Munich tras la victoria en los 5.000 metros, por delante del español Mohamed Katir

El noruego parece un atleta de momento intocable, pero afrontará la final de hoy (21.05, en directo por tdp) ante rivales muy rápidos en una carrera presumiblemente táctica, tan solo 48 horas después de haberse empleado a fondo en el último kilómetro que cubrió en 2.23 minutos, imprescindibles para despegarse del plusmarquista español en la final de anteayer.

Progresión meritoria

En ausencia de Katir, a quien no se le ha permitido doblar, García Romo aparece entre el ramillete de rivales que pueden intentar sorprender al nórdico, si éste tiene un mal día. 

La progresión del español ha sido extraordinaria esta temporada al alcanzar el cuarto lugar en Oregón, por detrás de su compatriota Mohamed Katir. El corredor salmantino tuvo que mejorar hasta en cuatro segundos su mejor registro, de 3.36 a 3.32, para poder estar a un paso del podio.

García Romo había logrado un mes antes una valiosa victoria en el campeonato universitario estadounidense, que volvió a refrendar al ganar el campeonato español previo al Mundial.

El finalista en Oregón forma parte del numeroso grupo de hasta centena y media de atletas españoles becados por las universidades estadounidenses, en este caso por la de Misisipi en la que estudia biotecnología.