Solo es pretemporada, todavía hay que evolucionar mucho, pero el Coruxo ha conseguido ilusionar a los aficionados, y prometen grandes sensaciones en la temporada que comenzará el cuatro de septiembre.

Para los de O Vao, el partido de ayer era e segundo de la pretemporada, mientras que los granates ya acumulan algunos minutos más de juego. Los dos equipos presentaron unos “onces” que, posiblemente, no serán los iniciales en la primera jornada del campeonato, pero para eso está la pretemporada, para probarlos a todos.

El Coruxo tuvo más posesión del balón en los primeros cuarenta y cinco minutos. Los granates perdían con demasiada facilidad el esférico en la medular, lo que le permitía a los vigueses tener más el esférico. Tuvieron más llegada, pero solamente consiguieron un gol, a la media hora de juego, en una desafortunada jugada de la defensa granate, que no fueron capaces de sacar el balón. Luismi fue el más listo, y aprovechó la ocasión para romper la igualdad inicial.

Tras el paso por el vestuario llegaron los cambios. El Pontevedra metió a varios de los considerados titulares, como Churre, Ángel Bastos o Charles Días. En los primeros minutos parecía que el cuadro granate había dado un paso hacia adelante, pero la sensación duró muy pocos minutos.

El Coruxo creció tras el descanso. Yelko Alfaya tuvo mucha más participación por la banda derecha, ya que por la izquierda Chiqui volvió a convertirse en una pesadilla para el rival. Por el centro, Pitu abría el juego, y sin tiempo para que el Pontevedra reaccionara, el Coruxo se hizo dueño del partido.

De haber tenido un poco más de acierto ante la meta rival, el resultado habría sido mucho más amplio. En el Pontevedra, solo destacar un remate de cabeza a seis minutos para la conclusión, pero con problemas en el centro del campo.