El atletismo vigués y gallego vuelve a teñirse de luto. Alfonso Posada Sánchez (Vigo, 1931) falleció en la jornada de ayer a los 91 años de edad y con él se va el hombre que lo fue todo en el deporte de la ciudad durante más de medio siglo.
Atleta, juez, entrenador, fundador y presidente del Celta Atletismo que en 1950 retomó el testigo de Fernando y Manuel de Castro Hándicap; del que también heredaría la pasión por el deporte a través de este medio.
Durante 78 años, la firma de G. Reyes fue la encargada de narrar el día a día del atletismo vigués y gallego en FARO DE VIGO; puesto que mantenía en la actualidad hasta convertirse en el cronista decano del Decano.
Huérfano desde los cinco años, cuando su padre fue ejecutado a los pocos días del inicio de la Guerra Civil, Posada entró en el mundo atlético de la mano de dos profesores que tuvo en las Escuelas de San Ignacio, las plazas en los Jesuitas reservadas a las clases más humildes y en las que destacó con el primer premio como alumno de último curso.
"Me chalé por este deporte, ha sido un amor profundo" reconocía en 2019 a Armando Álvarez al cumplir 75 años como colaborador de FARO DE VIGO. Se había suscrito a la revista americana Track & Field News y se compraba diariamente L’Equipe, por lo que con tan solo 14 años decidió comenzar a escribir en las páginas del decano al no haber nadie que cubriera ese espacio.
Al igual que su admirado Hándicap, al que conoció en persona unos días antes de su trágica muerte durante la celebración de unos Campeonatos de España de Atletismo en el estadio de Balaídos que contaron con la presencia de Franco; Posada optó por un seudónimo que le evitara problemas en su trabajo como secretario general en la Casa del Mar, donde llegó a coordinar una flota de 102 buques y 3.000 hombres.
En honor al campeón belga que había batido al legendario Emil Zatopek decidió castellanizar el nombre de Gaston Reiff por el G. Reyes que le acompañó hasta nuestros días. Las labores como cronista las compaginaba con una carrera como atleta en la que llegó a ser campeón provincial juvenil de 400 metros lisos; así como juez y delegado.
Dos años después, el ex-jugador y delegado del Celta Venancio le encargaba un reto histórico: recuperar la sección de atletismo fundada en 1924 por los hermanos de Castro. "Un club deportivo tiene que tener atletismo" había proclamado el precursor de la fusión de Fortuna y Vigo tras los Juegos de París. Y aunque el origen de aquella propuesta era poder cobrar una entrada más cara a los partidos; la aventura saldría adelante y continúa viva.
En las décadas siguientes llegarían los primeros célticos al Olimpo. El velocista Rogelio Rivas, descubierto y entrenado por él mismo, fue el primero de una saga en la que brillarían con luz propia los Carlos Pérez, Ramón Magariños y Javier Álvarez Salgado. Tres leyendas del atletismo gallego y español que vieron en los ochenta, ya con Posada retirado al puesto de presidente que mantuvo hasta 2014, la segunda época dorada del rey de los deportes en la ciudad a través de los Alejandro Gómez, Estela Estévez y compañía.
A su lado siempre estuvo María Isabel González, su esposa y madre de sus cuatro hijos que tuvo el honor de ser la primera jueza del atletismo gallego. Ambos fueron galardonados en la gala del Centenario de la Federación Galega de Atletismo celebrada el pasado mes de diciembre.
Atrás quedaron sus notas escritas a mano entregadas en la vieja redacción de la calle Colón o los faxes enviados a Chapela. Su histórica sección de "Seis intentos" en la página web del club o los correos electrónicos enviados a la redacción de deportes se convirtieron en un glosario de anécdotas históricas, efemérides, resultados de las Series Municipales que él mismo fundó en 1982 o cualquier reseña sobre la vida actual de un ex-atleta. "¿Esta noche podremos consultarlos ya? Magnífico" repetía en las pruebas a las que aún acudía al ver los avances de la informática.
Más allá del reconocimiento de toda la comunidad atlética, fue laureado y reconocido con la Insignia de Oro y Brillantes del R. C. Celta, Placa de la Asociación Española de Prensa, Carabela de Plata de Faro de Vigo, nombrado Vigués Distinguido, insignia de oro del Circulo Mercantil, Insignia de Oro de la Federación Gallega de Atletismo.
En el año 2007 nace el trofeo organizado por el Celta Atletismo bajo su nombre. Receloso de homenajes estando aún en ejercicio de sus funciones como presidente y cronista, fueron sus compañeros de junta directiva los que le hicieron entrar en razón: "No querrás que tengamos que esperar a que te mueras para poder hacerlo".
Desde entonces, cada mes de junio se daban cita los mejores atletas gallegos, portugueses y españoles en un Balaídos que se vestía de gala en honor a su gran impulsor.
Su última visita a una instalación deportiva fue el pasado 30 de abril para una de las competiciones a las que le guardaba mayor cariño: la liga nacional de clubes. El Centro Galego de Tecnificación Deportiva acogía la primera jornada de la Primera División femenina y al frente de la expedición céltica se encontraba él. Acompañado como siempre de Jose Ángel Serantes y Paula Mariño, sucesores en el Celta masculino y el Femenino Celta; Posada seguía con atención los nombres propios y la actuación de las célticas, lastradas por las ausencias.
Tres días después, resumía esa tarde y la actuación de los hombres en Salamanca en la última crónica firmada como G. Reyes en Faro de Vigo: "Gran victoria céltica en el debut de la Liga Nacional". Un triunfo que tratarán de repetir y dedicarle este fin de semana en Huesca y Valladolid en la segunda jornada de competición.
