El Betis consiguió su tercer título de Copa cuando ya se había iniciado la madrugada del domingo. Un interminable duelo ante el Valencia que acabó en unos agónicos penaltis en los que parecía que nadie iba a fallar. Hasta que lo hizo el joven Musah, que envió su disparo a las nubes. Instantes después Miranda, bético de corazón y que había asistido a la final que ganaron los andaluces en 2005 siendo todavía un niño, anotó el decisivo e inmediatamente clavó sus rodillas en el césped para festejarlo y llorarlo. Ahí comenzó la fiesta bética.

La ciudad del Betis, como la llaman los irreductibles que evitan citar al eterno rival, se vistió de verdiblanco con la tercera Copa del Rey lograda por los sevillanos. Eran dos ejes oficiales, La Cartuja y el Villamarín, pero tantos más como casas, peñas y similares que se echaron a la calle para explayarse, para sacar todo lo que el beticismo lleva dentro desde hace, al menos, dos décadas de sufrir.

El capote de Joaquín sobre el césped y las canas del ‘Faraón de Camas’ fueron este sábado glorioso y sufrido para la afición el hilo de continuidad con el título del Betis de hace diecisiete años en el estadio Vicente Calderón, que desde el domingo compartirá en la hinchada el título de estadio fetiche.

El equipo del chileno Manuel Pellegrini compartió ayer con el beticismo el triunfo copero. A partir de las cinco de la tarde, el autobús del Betis salió desde el Benito Villamarín por la avenida de la Palmera hasta el Ayuntamiento. Posteriormente la expedición se dirigió hacia la Catedral de Sevilla, donde le ofreció la Copa del Rey a la patrona de la diócesis, la Virgen de los Reyes, y tras lo que regresaron a su estadio para el fin de fiesta.

La plantilla del Betis, ayer, celebra el título con su afición por las calles de Sevilla. | // JOSÉ MANUEL VIDAL

Varios miles de aficionados del Betis se concentraron desde primera hora de la tarde en las calles de la ciudad para ver pasar a la comitiva verdiblanca. En medio de un ambiente festivo y de celebración, diecisiete años después de su último éxito, la hinchada bética entonó cánticos de alegría y apoyo. “Betis, alé, Real Betis Balompié”, “Mucho Betis, mucho Betis, eh, eh” u otros alusivos al eterno rival, como “Sevillista el que no bote”, fueron algunos de los cánticos festivos del beticismo.

Una vez en el consistorio sevillano llegaron los primeros discursos, obra de Ángel Haro, presidente del Betis; Manuel Pellegrini, entrenador; y Joaquín, su capitán. “No hay nada más sevillano que el Real Betis Balompié”, apuntó el máximo mandatario. El chileno, con un rostro que irradiaba felicidad, agradeció el calor que le ha dado la afición durante su etapa en el banquillo verdiblanco. han sido dos años espectaculares en Sevilla y no me imaginaba recibir este cariño. La obligación es corresponderlo en la cancha. El resumen está en que ayer antes del partido les dije a los jugadores que la ilusión que se había generado en la gente era lo más importante. Desde que salimos del estadio sabía que con estos jugadores era difícil perder este partido”, comentó.

La otra cara de la moneda es la del Valencia, perdedor de una final en la que tenían puestas todas sus esperanzas. Su entrenador, José Bordalás, indicó que se encontraba “triste, pero orgulloso” de su equipo. “La forma de perder ha sido dolorosa porque el Valencia tuvo ocasiones, pero no estuvo acertado y lo sentimos por el club, por la plantilla y por la afición, que ha demostrado un apoyo brutal al equipo”, agregó el técnico. Medio centenar de seguidores recibieron a la expedición che tras aterrizar en el aeropuerto de Manises.

Joaquín quiere disfrutar del título antes de abordar su futuro

Joaquín Sánchez, capitán del Betis y encargado del levantar el trofeo de campeón de Copa, destacó que va “a disfrutar de este momento y terminar la liga disfrutándola” y que después ya pensará en su “futuro”. El veterano extremo derecho, que salió en los últimos minutos del tiempo reglamentario y que fue uno de los que lanzó penaltis y lo transformó, reconoció que es “uno de los días mas felices” de su vida porque se ha demostrado que “este equipo se sigue superando”. Joaquín también se refirió a el hecho de entrar en la historia del club al ser el jugador mas laureado al tener en su poder dos trofeos de la Copa del Rey, y dijo que “es un privilegio” para él y también el “formar parte de este club”. El gaditano termina contrato el próximo 30 de junio y todavía está en el aire su continuidad o su retirada.