La viguesa Judith Rodríguez se proclamó en la ciudad brasileña de Sao Paulo campeona de la Copa del Mundo de esgrima en silla de ruedas, en espada, en lo que supone el mejor resultado de la esgrima paralímpica española en los últimos doce años. Es la prueba de que Judith, una vez completada la transición a la esgrima paralímpica, está en condiciones de empezar a pelear por grandes objetivos.

En la primera ronda, la deportista gallega registró cuatro victorias y una derrota y superó la fase de grupos en la que quedó emparejada con la británica Gemma Collis, la tailandesa Duean Nakprasit, la francesa Brianna Vide, la brasileña Rudineia Manica y la surcoreana Hyo Kyeong Kwon.

En las rondas eliminatorias venció primero a la brasileña Carminha Oliveira (15-5) y después a la surcoreana Seung Ri Shin (15-11), antes de deshacerse en semifinales de la británica Gemma Collis (15-9). En la final ganó en un duelo muy igualado a Hyo Kyeong Kwon (15-13).

Judith Rodríguez posa con la bandera de Vigo y la medalla.

Judith Rodríguez posa con la bandera de Vigo y la medalla. FDV

El triunfo de Judith Rodríguez en Sao Paulo supone el mejor resultado a nivel internacional de la esgrima paralímpica en los últimos once años.

Precisamente la surcoreana fue verdugo de la otra española en competición, Begoña Garrido, que llegó hasta dieciseisavos pero cayó por 15-8 con Kwon. En la primera arma de la Copa del Mundo, en florete, Judith Rodríguez finalizó quinta y Begoña Garrido duodécima.

Una Judith visiblemente emocionada tras imponerse a la coreana en la final aseguró que estaba enormemente feliz: “Ha sido un largo trabajo desde que tuve el accidente hasta este momento y estoy viviendo uno de los grandes días de mi vida”. Reconoció la viguesa que la final había sido muy complicada y que fue esencial mantener la tranquilidad después de que llegasen igualadas a trece tocados: “En ese momento, cuando conseguí el catorce tenía claro que ya no podía fallare hice el movimiento de ataque muy bien”. La viguesa no se olvidó de dar las gracias a todos los que le habían ayudado en ese viaje: “A mi familia, mis amigos, el maestro Mariño, mis compañeros de club, el seleccionador y mi compañera Begoña que ha estado aquí a mi lado apoyándome”. La viguesa hizo sonar en Sao Paulo el himno español en un instante especialmente intenso para ella y para la esgrima española. Hace cuatro años Judith sufrió la amputación de su pierna derecha tras un accidente de tráfico. Ese día comenzó un nuevo tramo de su carrera deportiva que ayer vivió su primer gran episodio. No será el último. En su cabeza ya están los Juegos Paralímpicos de París y, a la vista de sus resultados, cada vez más cerca.