El Real Madrid celebró la la Asamblea ordinaria, en la que Florentino Pérez cargó contra la UEFA, LaLiga y apostó por la Superliga. El presidente blanco mostró su perfil más desafiante: “Hay que recordarle a la UEFA quién es el Real Madrid. Quizás hay que recordarle cuál es la historia de este club, que desde su fundación ha participado en todas las transformaciones y velado por la tradición del fútbol. El único club que participó en la fundación de la FIFA y el impulsor de la Copa de Europa en 1955 junto a L’Équipe. La UEFA mostró su oposición y Bernabéu lo sufrió. Ahora vivimos una situación similar”.

Entonces los socios compromisarios dedicaron una ovación a su presidente. Pérez mantuvo el tono apocalíptico advirtiendo que “el fútbol está en peligro” e insistió en la defensa de la Superliga, “un proyecto para que el fútbol continúe ilusionando a los aficionados. La Superliga no es solo una nueva competición. Defiende la libertad, el autogobierno, el fair play, la transparencia, la solidaridad y el compromiso con estructura y respeto a las competiciones nacionales y compatible con ellas. Y respeta a los aficionados y su pasión por el fútbol”.

Además, recordó que “hemos intentado el diálogo con la UEFA, pero la violencia de su reacción reafirmó la necesidad de guiar nuestro destino. Todo valía para acabar con la Superliga”. Y confirmó su apuesta por la vía jurídica: “Confiamos en los tribunales. No cederemos a las amenazas”. Y acabó calificando de “despropósito” el acuerdo de LaLiga con CVC. Además se autorizar al club a aumentar la deuda del club para las obras de remodelación del Bernabéu. De 1.615 votos emitidos, 1.562 fueron a favor, 16 en contra y 37 abstenciones. Es decir, el 96,71% de los votos respaldaron a Pérez.

Los de Ancelotti miden los efectos del parón

Los efectos de un nuevo parón de selecciones que deja la lesión de Gareth Bale y una gastroenteritis de Eden Hazard prueban la fiabilidad de un Real Madrid que pretende su tercer triunfo consecutivo para asaltar el liderato en solitario de LaLiga Santander, a la espera de comprobar la regularidad de la Real Sociedad, en el campo de un irregular Granada que necesita puntos para seguir fuera del descenso. Si hay un rival que la historia recomienda al Real Madrid para el encuentro con el que retoma el pulso tras un parón, bien podría ser el Granada. Sus doce últimos enfrentamientos ligueros los cuenta por victorias el equipo blanco, con una media de hasta 3,3 goles por partido. Los jugadores de Carlo Ancelotti quieren confirmar la estadística y extender la línea ascendente con la que llegaron los partidos de selecciones. No en juego pero sí en resultados, que viendo el momento que atravesaban rivales directos como Barcelona y Atlético de Madrid se dieron por buenos por la plantilla madridista para abrir brecha, hasta 10 puntos y 4, respectivamente. Ahora, su reto es llegar a Navidad con el liderato y mejorando de forma progresiva en un maratón de tres partidos por semana que complica mantener la regularidad. El Real Madrid es el mejor visitante de LaLiga. Ha encontrado lejos del Santiago Bernabéu el mejor escenario para explotar sus virtudes y suele sufrir más jugando ante su afición, ante planteamientos más defensivos de sus rivales. Los 16 puntos firmados de 21 posibles muestran la firmeza de un equipo que solo perdió en una salida, la visita al Espanyol.