Solventado su compromiso europeo ante el Hypo, el Mecalia Atlético Guardés regresa al campeonato doméstico para recibir en A Sangriña al Unicaja Banco Gijón, un conjunto peligroso y que viene firmando un sobresaliente arranque de temporada con cinco triunfos de seis posibles.

No es casual lo de las asturianas que han firmado estos resultados gracias al rendimiento que están ofreciendo sobre todo las brasileñas Marizza Faría y Juliana Borges, además de Aida Palicio o la recuperación de la gallega Cecilia Cacheda que poco a poco va dejando atrás los meses de inactividad tras la grave lesión de rodilla.

El Mecalia, por su parte, viaja a Asturias con el dulce regusto del pase europeo frente al Hypo. También con Estefanía Descalzo, que se perdió la última cita liguera en Barakaldo por motivos laborales. Las brasileñas Tamires Anselmo y Hannah Nunes siguen de baja para una cita importante para el equipo miñoto, con dos puntos y un partido menos que su rival. La celebración de la vuelta de la Q2 en A Sangriña coincidió con la sexta jornada de Liga, en la que el Guardés debió haber recibido al Morvedre. El partido ha quedado aplazado hasta el próximo 8 de enero, por lo que el colectivo de Prades tardará algo más de dos meses en ponerse al día.

Las bajas de Anselmo y Nunes obligarán una vez más a José Ignacio Prades a exprimir una plantilla corta como la del equipo guardés. En plena carga de partidos esta circunstancia resulta determinante y viajan con la intención de que no se aprecie.