Mecalia Atlético Guardés (15+10):

Carratú (p.), Míriam Sempere (p.) (1) Márian Mera (p.); Sandra Santiago (2), Nazaret Calzado (2), Lore Pérez (6), Ángela Nieto, Lima (2), Arcos (6), Carla Gómez, Sancha (1), Pessoa (3) y Daniela Moreno (2), Aroa Fernández y Yaiza Alonso.

 Hypo Niederösterreich (15+12):

Hajgato (p.), Lea Krenn (p.), Reichl (p.); Schindler (11), Leitner (1), Neidhart (4), Gorza (1), Dedic (2), Kaiser (2), Hödl (1), Betz (1), Draguljic, Wess (3), Bauer, Berlini y Pandza.

 Parciales cada 5 minutos: 4-3, 5-5, 10-9, 11-12, 14-14, 15-15 (descanso); 18-19, 19-21, 22-23, 23-24, 24-25 y 25-27 (final). Árbitros: Francesco Simone y Pietro Montillo (Italia). Excluyeron dos minutos a las jugadoras locales Sandra Santiago y Daniela Moreno y a las visitantes Dedic (2), Bauer y Berlini. Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de la Q2 de la Liga Europea disputado en A Sangriña.

José Ignacio Prades, durante el partido. Marta G. Brea

El Mecalia Atlético Guardés cerró el pase a la Q3 de la Liga Europea pese a perder con el Hypo Niederösterreich en A Sangriña. Una derrota que nunca puso en jaque los siete tantos que las jugadoras de José Ignacio Prades obtuvieron de renta en el partido de ida de hace una semana en Austria (21-28). Las austriacas, que forzaron la máquina al máximo, nunca se fueron más allá de los tres tantos de diferencia. De hecho, el choque entró igualado a los últimos minutos, momento que el técnico alicantino aprovechó para premiar a las juveniles Márian Mera y Aroa Fernández con minutos. Así, ambas se unieron a su otra compañera de equipo, Yaiza Alonso, y al resto de jugadoras en la fiesta que se desató en el recinto.

Todo ello en un partido extremadamente igualado, en el que Prades volvió a apostar por el 5:1 en defensa, igual que en Austria. En esta ocasión no hubo factor sorpresa y el Hypo supo cómo dañar a la retaguardia local. En el otro lado, una sobresaliente Stephanie Reichl producía en la portería. El partido transcurría en un continuo intercambio de golpes.

Probablemente motivadas por desarbolar el ritmo bajo de las austriacas, las locales buscaron ataques rápidos. Seguramente demasiados. Esa intensidad y velocidad se tornaban precipitación por momentos y de esa manera se produjeron numerosas pérdidas en ataque y fallos en el lanzamiento. Los primeros 30 minutos terminaron en empate, con un tanteador de 15-15.

Una acción del encuentro de ayer. Marta G. Brea

A la vuelta de los vestuarios, el Hypo quemó las naves. Pasó a atacar permanentemente con siete, dejando su portería desguarnecida. A diferencia del partido de ida, en el que el Guardés penalizó esta opción con varios goles a portería vacía, la escuadra vienesa hizo más daño. Supo atacar con la línea y se fue hasta a tres goles de ventaja.

Fue un momento de duda muy breve. Arcos y Lima apretaron el acelerador y el equipo se ajustó mejor en ataque para encontrar varios goles tranquilizadores. También ayudaron un par de robos con goles a portería vacía de Pessoa y la propia Arcos, además de otro de portería a portería de Sempere.

Con el tanteador más igualado y el billete en el bolsillo, Prades le dio minutos a Márian Mera en la portería y a Aroa Fernández, que se unieron a Yaiza Alonso en el trío juvenil en disfrutar de la experiencia europea. El Hypo aprovechó para adquirir un par de goles de ventaja y llevarse la victoria. Pero el pase y la fiesta eran locales. El Guardés avanza a la Q3, donde ya le espera el Besançon francés. Será en menos de un mes: la ida, el fin de semana del 13 de noviembre y la vuelta, siete días después.