No solo fue un error de los 12 clubs fundadores de la Superliga europea, impulsada por Florentino Pérez, el presidente del Madrid, sino que también JP Morgan, el banco norteamericano que avalaba económicamente este complejo plan, admitió ayer su error porque “juzgó mal” la repercusión que tendría el nacimiento del nuevo torneo. Prometió JP Morgan “aprender” de la experiencia porque no supieron valorar «el impacto en el conjunto de la comunidad futbolística y cómo impactaría sobre ella en el futuro», según precisó un portavoz del banco estadounidense.

La hoja de ruta había fijado que los 12 equipos recibieran una inyección inicial de 3.983 millones de euros, que deberían ser devueltos en 23 años al banco de inversiones JP Morgan, según reveló el semanario alemán Der Spiegel. Esos eran los términos acordados en el pacto con los 12 fundadores, tal y como han revelado unos documentos internos a los que ha tenido acceso la publicación dentro del contrato marco de 167 páginas de la Superliga europea.

Tenían que retornar 6.100 millones de euros al banco tras esa aportación inicial, lo que les obligaba a pagar anualmente 264 millones, incluyendo intereses, por un período total fijado en 23 años. El texto asegura, además, que este polémico plan, que se ha desmoronado en apenas 48 horas con el tsunami popular y político que llegó desde Inglaterra, buscaba agradar “a los aficionados en todo el mundo”. Pero ese proyecto, que aún sostienen Madrid y Barça −son los dos clubs que no han claudicado−, se desmoronó ante la fuerza exhibida por la Premier League.

El documento apunta además que la Superliga iba a “inyectar significativos nuevos recursos en el fútbol” y subraya que el 8 por ciento de los ingresos televisivos, que estima en al menos 400 millones de euros anuales, iban a dedicarse a fines benéficos y solidarios. La iniciativa, como rcoge el contrato marco, quería “ofrecer notables ventajas al fútbol amateur y al fútbol en su conjunto”.

Todo ha quedado aplazado porque Florentino está solo, con la mano tendida por Laporta, mientras los otros 10 clubs fundadores −incluida la Juventus, uno de los equipos más activos en el proyecto junto al Madrid−, han ido abandonando, dejando una situación muy delicada porque la UEFA, arropada por las cinco grandes ligas (Inglaterra, España, Francia, Italia y Alemania) se han salido finalmente con la suya. Por mucho que el dirigente blanco crea aún que la Superliga “está en stand by”.