El Mundial de Fórmula-1 abre una temporada 2021 que estaba marcada como la de la revolución en el reglamento. La normativa llevaba años en cuestión, con el fin de hacer la competición más igualada y atractiva comercialmente. Sin embargo, la crisis del coronavirus llevó a que Liberty y la FIA decidieran aplazar a 2022 la mayoría de los cambios, dejando en 2021 pequeñas modificaciones enfocadas a la reducción de costes.

En primer lugar, los equipos han afrontado fuertes limitaciones en el desarrollo de su monoplaza. La excepción es McLaren, a quien se ha abierto la opción de efectuar cambios para adaptar su coche al motor Mercedes que llevará ese año.

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La FIA apenas ha añadido algunas variaciones técnicas. La parte inferior de los monoplazas tendrá nuevas limitaciones que obligarán a reducir su superficie. Para los aficionados, esto supondrá un leve cambio estético, al observarse la citada zona en diagonal en lugar de plana. También se acotarán las opciones en cuanto a ranuras y aletas, intentando reducir en un 10% la carga aerodinámica. Además, también quedará prohibido el sistema de dirección de doble eje que usó Mercedes en 2020.

Por último, en cuanto a la competición, los equipos podrán probar con pilotos 'novatos' en las sesiones de los viernes (cuya duración se acorta de 90 a 60 minutos) y las pruebas con bandera roja estarán limitadas a un máximo de tres horas.