El Black Friday trajo en el Barça un principio de acuerdo entre el club y los jugadores para la rebaja de la masa salarial. La junta gestora había heredado el reto de Josep Maria Bartomeu de reducir en 191 millones los salarios de los jugadores. Tras dos meses de desencuentros, finalmente las negociaciones se desencallaron en una reunión ayer en la que pactaron diferir en 122 millones en sueldos hasta el 2024 y 50 en variables hasta el 2023, con lo que al ahorro total es de 172 millones.

Después de que Ronald Koeman comunicara ayer mismo a la plantilla que él estaba dispuesto a bajarse el sueldo, los representantes de los jugadores llegaron también a un acuerdo con la gestora que preside Carles Tusquets. La cita definitiva se inició a las 9.30 horas y pasadas las seis de la tarde se alcanzó, finalmente, un principio de acuerdo que está sujeto a que los técnicos y jugadores lo ratifiquen. Se llegó al pacto después de varias semanas de complejas negociaciones entre ambas partes.

Unas negociaciones iniciadas en su día por Bartomeu antes de que presentara su dimisión y, al final, cerradas por Tusquets, el presidente de la gestora. «El acuerdo, en caso de que se ratifique, supondrá un hito de gran trascendencia para reconducir la situación económica actual. Ambas partes reconocen el gran esfuerzo que se ha tenido que hacer para alcanzar este principio de acuerdo y se felicitan», señalaron el club y los jugadores en un comunicado conjunto, que delata la trascendencia del pacto.

Con este acuerdo, el club encuentra el aire económico necesario para sobrevivir a la grave crisis que le ha provocado la llegada de la pandemia, dejando de ingresar 200 millones de euros, con un déficit de 97 millones del curso pasado (19-20).

Aunque el plazo para llegar a un acuerdo había expirado formalmente el 5 de noviembre ambas partes decidieron prorrogar las conversaciones.