El Pazo de Mos será hoy el escenario de la salida de la 15ª etapa de la Vuelta, una etapa diseñada en los kilómetros que discurran por el municipio mosense en homenaje a su ciclista más ilustre: Óscar Pereiro, ganador del Tour de Francia en 2006. El homenaje no será, dadas las condiciones de la carrera, tal como hubiera imaginado el propio Pereiro, que, sin embargo, anima a sus vecinos a animar al pelotón en un día histórico, y puede que único, para Mos. “Evidentemente, si nos dieran a elegir el año y el momento elegiríamos cualquier otro menos el que vamos a vivir, pero la realidad es la que es y por lo menos Mos tendrá una salida, otros no pueden decir lo mismo. Nos tocó vivir este momento, esta situación, y hay que aceptarlo porque lamentarnos no va a servir de nada”.

La alcaldesa de Mos 'encabeza' el pelotón de la Vuelta

La alcaldesa de Mos 'encabeza' el pelotón de la Vuelta Marta G. Brea

“Cuando se diseñó el recorrido y se eligieron las ciudades nadie pensó que íbamos a estar metidos en medio de una pandemia. Tampoco, cuando salió la Vuelta, que cada día iban a ir peor las cosas”, reconoce. “La verdad es que cuando estábamos en Irún yo dudaba mucho que pudiéramos llegar a Mos”, reconoce. Pero el pelotón ha llegado a A Louriña y solo cabe festejarlo. “Por lo menos estaremos, porque había muchos escenarios posibles y uno de ellos era que la Vuelta parara”, asume. En este sentido, el embajador de la ronda española valora la labor de la organización. “Las normas que todos tenemos que cumplir son claras. La organización ha montado una serie de burbujas que están funcionado y luego, cada uno está siendo responsable de cumplir todas las normas. Da un poco de tranquilidad y sobre todo, de cara a la sociedad, da un ejemplo de que un grupo de casi 2.000 personas están por todas las autonomías y estamos todos limpios, demuestra que haciendo las cosas bien, si uno se cuida, sale bien. Además, las PCR son fundamentales para mostrar que estamos limpios a pesar de estar circulando por la carretera”, proclama.

En cuanto a la etapa más especial que vivirá Pereiro en esta edición, el de Mos cree que “será el último día para una emboscada”. “Es una etapa larguísima, de 230,8 kilómetros y creo que dan lluvia a partir de mediodía. Con el frío que está haciendo, y llegando a Sanabria, podemos incluso hablar de aguanieve, por lo que podemos hablar de una etapa en la que lo puedes perder todo”. Para el vencedor del Tour de 2006, se trata de “la penúltima opción de Carapaz, ya que no le veo ganando la Vuelta en La Covatilla”. Por otro lado, está convencido de que el Jumbo Visma “es el equipo más fuerte de la carrera”: “Yo ahora mismo no contemplo que pueda ganar la Vuelta un corredor que no sea Roglic, porque con el equipo que tiene debería, por lo menos, poder llegar a La Covatilla sin tener la carrera perdida, pero no veo descabellado que le vuelva a pasar lo mismo que en el Tour y aunque todo el mundo piensa en Carapaz, yo creo que Carthy tiene muchas opciones de dar la sorpresa”. “Creo que mañana (por hoy), además de la dureza del recorrido, ya que aunque no se suben puertos de gran tamaño tiene 4.000 metros de desnivel, es durísima y sin duda va a ser un día épico, de esos en los que se puede ganar o perder una carrera”, advierte.

A nivel deportivo, el ciclista mosense afirma que “está siendo una Vuelta espectacular”. “Estamos a unos días para el final y hay cuatro corredores con opciones y un quinto, que es Enric Mas, que tampoco está descartado, pero es que en un minuto tenemos cuatro corredores y eso es la leche; cuando organizas y preparas un recorrido es algo con lo que sueña cualquiera”. En este sentido, Pereiro valora el esfuerzo de los corredores que “a pesar de la situación vivida este año, de hacer mucho rodillo, de no tener carreras, el frío, la lluvia..., han puesto mucho de su parte”; y también de la organización. “El propio Chris Froome”, apunta el de Mos, “ha dicho que es una de las mejores Vueltas que ha corrido y eso da cuenta del trabajo que está haciendo Unipublic”.

Hasta este mismo martes Pereiro no supo si podría estar en la ceremonia de salida desde el Pazo de Mos en una ronda que no cuenta con público en las llegada en alto. “Si no pasa nada sí que voy a estar y lo viviré como tiene que vivirse ahora. Me gustaría que estuviesen mis padres allí, mi pareja y mis hijos, pero no va a ser así. Simplemente disfrutar del momento y saber que Mos ha puesto en la historia de la Vuelta a España su nombre. No se puede hacer mucho más. Me gustaría vivirlo rodeado de mi gente, pero el mensaje que tengo que dar es que cuanto más solos, más protegidos y mejor lo haremos. Esto nos ha venido así, pero sobre todo me gustaría decirle a los vecinos que por donde va a pasar la etapa neutralizada se bajen de sus casas, con su mascarilla y con distancia, y disfruten de una ocasión que puede ser única. Los ciclistas también necesitan ese cariño y sentir ese calor de la gente. Psicológicamente está siendo muy duro para ellos también”.