El Iberconsa Amfiv inicia la temporada mañana (19:00) ante el ADM Econy de Gran Canaria en el Pabellón Pablo Beiro de Bouzas. El estreno peligró por dos positivos en las pruebas serológicas de la semana pasada. Los test PCR han descartado cualquier contagio. Iglesias podrá disponer de Agustín Alejos, Shelley Cronau, Julio Vilas, Franco Alessandrini, Lewis Edwards y Sam Mack. Faltan los dos fichajes, un estadounidense y un argentino, ya cerrados pero pendientes de papeleo.

– Semana de debut y de incertidumbre. Una especie de entrenamiento para lo que se puede estilar.

– Es un reto mental más. Han sido 24 horas de incertidumbre, de tensión, de pararte a pensar con quién has estado o no… Es lo que está viviendo la sociedad en todos los ámbitos. Baloncesto ha habido poco. A ver si realizamos un par de entrenamientos centrados en el partido.

– Los trámites en las embajadas se han complicado. Debutarán en Liga sin sus dos fichajes.

– Vamos con lo justo. Y con otras incertidumbres. Los jugadores están pendientes de si pueden volver a sus países. Australia ha cerrado fronteras, por ejemplo, y Shelley no podría volver a casa en un futuro confinamiento. A los jugadores y entrenadores españoles no nos afecta, pero a los foráneos sí. Están en medio de una pandemia y quizá en Navidad no puedan regresar a casa ni se puedan mover.

– ¿Se le puede complicar también el calendario por compromisos preolímpicos?

– No creo que haya grandes eventos de selecciones. A favor tenemos esa ilusión de los jugadores de participar en los Juegos. Por eso no ponen muchas trabas a salir de sus países para competir. Pero al estar todo en el aire es más complicado. Lo afrontarían de otra manera si tuviesen certezas en cuanto a fechas.

– Esos dos fichajes deben ser claves. Sobre todo el estadounidense Fabián Romo, en cuanto a anotación, tras la marcha de Sandoval.

– Nuestras apuestas son siempre jóvenes con proyección. Presupuestariamente no podemos ir a por realidades. Romo pinta bien en cuanto a que ha estado en el último corte de su selección, compitiendo por entrar con jugadores de muy buen nivel. La idiosincrasia del baloncesto en silla hace que los jugadores de puntuación alta (menor discapacidad) sean determinantes en anotación, intimidación, rebotes, manejo… Hoy por hoy solo tenemos a Agustín en ese rol.

– Usted se ha acostumbrado a gestionar plantillas cortas, como aquella temporada con solo cinco jugadores. Vive con el alma en vilo.

– En el cuerpo técnico lo hemos comparado y quizá ahora estemos en peor situación. Porque de aquellos cinco jugadores, dos eran clase 4 y uno, 4,5. Por movilidad funcional y características éramos capaces de tapar muchos más huecos. Tener a gente que pueda generar juego, anotación o velocidad es fundamental. A día de hoy jugaremos con 3 o 4 puntos menos en pista (sobre el tope de 14,5). Es un hándicap muy importante. Plantearemos los partidos de la mejor manera para ser competitivos, esperando que los fichajes lleguen lo antes posible.

– El Gran Canaria, con neutralizar a Agustín, tendrá mucho hecho.

– Por él va a pasar gran parte de nuestro ataque. No es solo que puedan preparar una táctica para pararlo sino que sean agresivos con él, que lo desgasten, que lo metan en faltas… Tendremos que intentar protegerlo lo máximo posible.

– La marcha de un histórico como Lorenzo Envó ha de notarse.

– Sí, como sucedió en su día con Berni Costas. Son veteranos que han aportado mucho al club. Su marcha se siente tanto en la personal como en lo deportivo, por todo lo que han representado. Nos queda su manera de hacer las cosas, un legado que continúan Julio Vilas y Agustín. Les toca dar un paso adelante y coger ese testigo. A Lorenzo le deseo la mejor de las suertes.

– ¿Espera un progreso en anotación de Lewis, un punto intermedio pero de gran envergadura?

– Es uno de los objetivos que él tiene de cara a entrar en la selección inglesa. En los jóvenes existe una parte importante, que es la mental. Por mucho talento o facilidades que tengan, ofrecen un rendimiento en dientes de sierra hasta que consiguen ser regulares. Vamos a intentar que lo logre lo antes posible. Depende de nosotros y de él.

– ¿Qué papel debe desempeñar el Iberconsa Amfiv en División de Honor esta temporada?

– Cuando empezó la pandemia, teníamos la perspectiva de que la liga iba a bajar. Nos hemos equivocado. Para nuestra sorpresa, hay varios equipos que se han reforzado incluso más que otros años y un recién ascendido como el Burgos ha realizado fichajes de gran nivel. Será una liga muy dura. Nuestro nivel es del año pasado en una competición que ha dado un paso hacia arriba. Para nosotros es quizá un paso atrás, de ir hacia la permanencia sin poder soñar más allá. Mideba ha fichado al mejor jugador de la selección americana, Matt Scott. De Romo esperamos que nos dé ese nivel que nos daba Sandoval, pero Sandoval era una certeza, con datos, después de tres años en nuestra liga. Y Romo es una apuesta por alguien nuevo. Al equipo le he expuesto que es un reto. Los Juegos están a la vista. Pueden enseñar qué proyecto somos, con jóvenes que no están en sus selecciones pero sí pueden. Mejor escaparate no hay. Se van a medir a rivales que tienen ese puesto. Pueden demostrar que son mejores. Es motivante.

– El equipo se ha basado en un núcleo casero que se ha ido reduciendo. Cuando Vilas, Alejos o Cronau se vayan, ¿podrá seguir compitiendo el club en la élite?

– Pablo Beiro no fundó el club para jugar profesionalmente. Lo fundó para dar visibilidad a todos los problemas de la gente con discapacidad, que a través del deporte adaptado podía superar barreras y avanzar en la integración social. Esa definición de club hace que mucha gente se identifique con nosotros. Y eso seguirá con las escuelas y en todos los ámbitos que el Amfiv pueda. Si puede haber un equipo profesional que lo represente, lo habrá. Pero si el tema pasa por volvernos locos o fichar sin un proyecto social detrás, no tiene ningún sentido. El deporte español se rige mucho por la subvención pública. No hay una ley de mecenazgo consistente que nos permita crecer por ahí. A la sociedad le devolvemos esas subvenciones a través del proyecto social. Que Uxía, Samuel o Martina entrenen con nosotros y tengan todos los medios es el objetivo. Que otros clubes hayan dado el salto a la élite y a intentar ser campeones de Europa continuamente no quiere decir que deba ser el camino. Es solo uno de ellos.

– ¿No le apena que el Amfiv siempre esté con angustias, siendo el único equipo vigués de deporte colectivo con un título europeo?

– Claro que me da pena igual que me gustaría tener en Vigo un equipo profesional de baloncesto masculino. Se tienen que dar muchas circunstancias que en estos momentos son secundarias. Ojalá podamos tener más medios en un futuro. Nos permitiría hacer más cosas: campaña de colegios, los torneos de integración, acercar el baloncesto a toda la población… Hay otro baloncesto mucho más profesional, más competitivo. Estamos en la mejor liga del mundo. Nos queda el orgullo de decir que con un chico de Gondomar, con uno de Baiona y con otro Coia les hemos ganado a campeones del mundo. Lo hacemos con pocos medios, pero mucha ilusión y trabajo.Y estamos muy agradecidos a nuestros patrocinadores, Iberconsa, Abanca o Vitrasa, que tanto nos apoyan.

– Disponen de una hora menos de entrenamiento: de 21.00 a 23.00 se reduce a las 22.00.

– Entrenamos a última hora para que jugadores como Julio lo puedan compatibilizar con su agenda laboral. Es el único momento en que podemos estar todos juntos. Con dos horas dedicábamos una parte a la mejora individual de los jugadores, al tiro, al colectivo, a preparar el partido… Ahora todo va más dirigido a tener ritmo y mantener la forma. Es un hándicap importante. Entendemos las reglas del toque de queda, la desinfección y las horas laborales de los conserjes, pero a ver si se pueden modificar para que podamos entrenar algo más. Es complicado competir con equipos que pueden disfrutar de un pabellón a la hora que quieren. Ya que tenemos menos presupuesto, queremos entrenar al menos igual que los demás.

– La situación está desnudando la realidad del deporte profesional o semiprofesional español; aquello que no es LaLiga o ACB.

– Es una decisión que compete a los políticos. Somos primeros en los datos de la pandemia, pero también en el deporte: buenos tenistas, baloncestistas, futbolistas… Eso se construye con mucha gente trabajando en condiciones muchas veces precarias. El momento de ponerse la medalla es muy bonito. Pero hay que reflexionar sobre el día a día. Lo hemos visto en el fútbol femenino, con la polémica de no considerarlo profesional. Nosotros estamos en la misma situación. Ahora, en un viaje, al no poder circular por España, igual tenemos que hacer dos noches de hotel, con lo que eso significa presupuestariamente para un club de nuestras características o un club de Liga EBA, por ejemplo. Entendemos que son circunstancias que se han dado de un día para otro, pero la Administración debe sentarse y solucionarlas.