Los dos Ferrari ya estaban fuera de carrera. Los ojos de toda Italia se pusieron entonces sobre Carlos Sainz, el piloto que se vestirá de rojo en tres meses. Y el madrileño dio una exhibición. Luchó por el triunfo hasta la última vuelta tras una remontada que le llevó al alerón trasero del Alpha Tauri de Pierre Gasly. "Solo una vuelta más, solo necesitaba una vuelta más", se quejó Sainz por radio. No pudo ser.

Con 600 metros hasta la primera curva, la salida del GP de Italia en Monza acostumbra a ser decisiva junto con la primera vuelta. Hamilton y Sainz salieron como tiros, mientras Bottas y Verstappen perdieron tres posiciones. Así que Lando Norris, se vio ante la posibilidad de adelantar a Bottas durante la primera vuelta y no se lo pensó. Primero por fuera, y después por dentro, contacto incluido. Fue una buena noticia para Sainz porque su compañero, con el mismo coche, se convirtió en la última frontera de coches más rápidos como el Mercedes de Botttas, o el Red Bull de Max Verstappen.

Hamilton lideraba con autoridad y Carlos Sainz rodaba segundo con la mayor solvencia lo que abrió hueco sobre Bottas, que cuando rueda entre tráfico se vuelve un piloto muy vulgar. Los adelantamientos se le atragantan; en realidad, se le da mal hasta rebasar a los doblados. (Hamilton con el mismo monoplaza, adelantó a ocho coches en el tramo final de carrera).

Así que en la vuelta 14 de las 53 del gran premio, Sainz y su equipo comenzaron a ver clara la posibilidad de finalizar segundos cuando el director de carrera desplegó el coche de seguridad en la vuelta 21 por una avería en el Haas de Kevin Magnussen. Al mismo tiempo se cerró el pitlane porque el coche averiado estaba en plena entrada a los boxes. Hamilton y Giovinazzi entraron igualmente, mientras que el resto siguió fuera hasta dos giros después.

Carlos adelantó a Latifi en la reanudación hasta que Charles Leclerc perdió el control del Ferrari en la Parabólica mientras defendía el tercer puesto. Sebastian Vettel había abandonado por un problema en los frenos. Los dos Ferrari fuera después de la peor clasificación desde 1983.

El accidente de Leclerc generó desperfectos importantes y el director de carrera detuvo la carrera por completo con una bandera roja. Una faena para Sainz porque los pilotos que iban por delante pudieron cambiar ruedas.

A falta de 24 vueltas, Gasly era líder con un segundo de ventaja sobre Raikkonen y casi cuatro sobre Sainz, que cinco vueltas después superó al excampeón. El siguiente objetivo era Gasly: 18 vueltas para el final y cuatro segundos de ventaja. El madrileño corrió al límite, pero solo pudo situarse por debajo del segundo para un ataque final a falta de dos vueltas. Fue una lucha feroz, preciosa, que cayó del lado del francés, pero que no resta mérito a Carlos Sainz.