El Covid-19 hace estragos en todos los medios y particularmente en los deportivos, que ven obligatoriamente reducida sus actividades al mínimo posible. No obstante, la actividad continúa gracias al esfuerzo admirable de entrenadores y atletas, aunque forzosamente restringida.

En perspectiva y a nivel gallego, solamente una competición anunciada, los Campeonatos Autonómicos absolutos para el 29 y 30 de agosto en las pistas universitarias de A Coruña. No obstante, muchos de los atletas célticos compiten en otros lugares y, de forma plausible, consiguen resultados admirables.

El pasado dia 25, en Santa Cruz de Tenerife, en el mitin anual de esta capital canaria, el céltico Juan Rubén Piñera obtuvo la victoria en los 5.000 metros marcha,con 23.06,7, que es el décimo mejor crono absoluto del año en la distancia, a nivel nacional.

Al respecto y en esta misma prueba, los 22.30,92 de su compañero José Fernandez Nieves venciendo en Mao (Portugal) el pasado 22 de febrero lo colocan en el quinto lugar nacional absoluto del ejercicio actual.

Otras marcas sobresalientes son los 21,86 en 200 metros de Pedro Juncal el pasado día 15 en Braga, que es la quinta marca absoluta nacional del año en la distancia. Y los 67,23 m. en martillo 6 kgs del júnior Yago Araúo, que es ni más ni menos que la segunda mejor marca española del año en la prueba.

Tambien las féminas logran registros extraordinarios, como los 58,45 m. en martillo 4 kgs de la viguesa Irene Gómez, fichada este año por el Valencia C.A., segunda júnior española del año, entrenada por ese técnico excepcional de siempre que es José Manuel Hermida.

Patricia Correa, céltica, con 50,32 m. en martillo, es la duodécima mejor marca española absoluta y la quinta júnior, el 8 de febrero en Vila Nova de Cerveira.

Podemos añadir a otra celtica, Paula Piñón, que el 15 de febrero, en Pontevedra, lanzó la jabalina a 42,44 m., que la sitúa hoy en la tercera mejor marca nacional júnior del año.

En síntesis, un conjunto de magníficas actuaciones de nuestros atletas, a pesar de la adversidad y de las inclemencias del coronavirus, a la espera de mejores tiempos a corto plazo.