Estradense y Arenteiro firmaron un empate sin goles en un partido que tuvo de todo y en el que cualquiera pudo llevarse la victoria. Del tedio de la primera parte se pasó a a locura de la segunda, con el Estradense volcado sobre la meta rival, aunque sin la pegada necesaria. Los de Gelucho sin embargo también pudieron llevarse la victoria en el tramo final, con varias ocasiones claras a la contra.

El encuentro jugado en medio de unas malas condiciones climatológicas se movió al ritmo que quiso el Estradense. Los rojillos apostaron en la primera parte por ceder la iniciativa a los de Carballiño, cerrando su medular y buscando los desplazamientos largos en busca del siempre peleón Borja. Los visitantes por su parte intentaron hacer daño con el balón, aunque sin encontrar caminos hacia la meta de Cascallar. Este guión dejó un primer asalto con pocas ocasiones y con la atención de la grada centrándose más en las decisiones del colegiado.

En esta lucha, los locales fueron los que gozaron de las dos oportunidades más claras. La primera a los siete minutos, con un balón largo para Borja, que gana la espalda a la defensa pero se topa con el meta rival en su definición. En la última jugada antes del descanso, el protagonista fue Antón, de los más destacados por el bando local, con un remate a saque de falta que estrelló forzado en el palo.

En la segunda parte, el Estradense decidió cambiar su planteamiento y eso cambió el partido. Los de Alberto Mariano se hicieron con el balón y a los visitantes les tocó sufrir. Ni el cambio de sistema de Gelucho, para volver a su habitual planteamiento con tres centrales, les ayudó a capear el temporal. A pesar de su dominio y de sus claras ocasiones, los rojillos fueron incapaces de batir a Borja.

La primera ocasión fue para Juanín, que se plantó solo ante el meta rival y detuvo su disparo. El centrocampista tenía sin embargo al delantero Borja esperando para empujarla a su lado. Poco después el propio Juanín se volvió a topar con Borja en un bonito intento de vaselina lateral.

En los últimos diez minutos y con el partido cada vez más roto pudo pasar de todo. El Arenteiro comenzó a encontrar contras con las que amenazaba a un adelantado y volcado Estradense y por ahí llegaron sus mejores ocasiones. Tras un disparo de Wadir que se fue rozando el palo, Pol lanzó una rápida contra en solitario que terminó con disparo desde la frontal que se estrelló en el palo con Cascallar ya batido.

La respuesta del Estradense llegó dos minutos después con una jugada por banda derecha, donde los locales encontraron una autopista, que Ube remató alto dentro del área con todo a favor para marcar el tanto de la victoria.