Segundo Europeo y directos a la Olimpiada. Resultado extraordinario en una final entre dos equipos que habían llegado sin perder. Han sido ocho partidos en quince días. El esfuerzo ha merecido la pena.

Ribera ha ido alternando defensas. La 5.1 nunca me ha gustado. Para derrotar a Croacia hubo que recurrir al 6.0, variedad que practicada por España es insuperable. También Croacia alternó. Pero su 5.1, con Duvnjak en el avanzado, es menos abierto.

Grandes talentos coincidieron: Duvnjak ha sido el mejor jugador y Karacic, el mejor central; España tuvo en Maqueda al mejor lateral derecho y a Gonzalo como mejor portero. Ribera cumplió. Ha dado un partido a cada uno y ayer, como Rodrigo no estaba entonado, recurrió a Gonzalo. Es la portería más completa. La croata flojea. Y un portero puede suponer el 50%.

Los dos entrenadores siguieron explorando sus recursos tras el descanso. Ribera, con sus mejores defensores en pista; Lino Cervan, con su apuesta de atacar con siete. En los últimos minutos el balón no llegaba a los extremos. Había tres cambios defensa-ataque. Una locura, como que el más joven, Aleix, resuelva el partido. También vimos la mejor parada y el mejor gol, ese último de Álex, rectificando y en caída. Ha cerrado los dos últimos partidos con el mismo lanzamiento.

Enhorabuena, Ribera. Grandes. En la euforia, un dato: doce jugadores de España juegan en otras ligas, solo tres en el Barcelona y Figueres también se va del Granollers. Necesitamos que la Liga Asobal vuelva a a ser la que era. Menos fotos y más ayudas.