Un latigazo de Buforn al filo del pasivo cuando apenas restaban quince segundos para el final decantó la victoria para el Guardés (17-19, 7-8 al descanso) ante el Helvetia Bm. Alcobendas. La lateral marcó la diferencia en los últimos minutos del encuentro, que estuvo marcado por la igualdad, la falta de ritmo y la actuación de las guardametas Patricia Encinas (46%) y Marisol Carratú (44%). Las guardesas ya son segundas.

Los bajos registros del parcial del descanso (7-8) ya da una idea de cómo transcurrió el primer acto: lento, con acciones en el uno contra uno determinantes y las sucesivas paradas de las porteras. Se notó en el Pabellón de Los Sueños que la competición volvía a la acción tras un descanso de mes y medio y tan solo las mundialistas Carratú y Urban por parte del Guardés parecían estar a tono. También, el Mecalia tuvo que adaptar su juego a la ausencia de su pivote Sarah Valero, de la primera línea Sandra Santiago y aunque Sara Bravo contó con minutos, fueron los mínimos.

Ni Alcobendas ni Guardés eran capaces de dominar el partido y mientras las igualdades se iban sucediendo, las de Prades esperaban cautas su momento. Llegó, casi al final, y con una Buforn convertida en líder con siete goles en la segunda parte. Su último latigazo, el de más valor: decantó definitivamente la victoria para el Guardés cuando el equipo rozaba el pasivo. Soltó el brazo para anotar el 17-19 final y los últimos segundos de poco sirvieron a las locales. El Guardés estalló de júbilo acompañado por los aficionados que acompañaron al equipo lejos del 'inferno' de A Sangriña. El último partido del año será contra el Liberbank Gijón (28/12, 19.00).