La historia de las "Guerreras" se encuentra intrínsecamente ligada a la de Noruega, una de sus "bestias negras" particulares y gran dominador del balonmano femenino internacional en la última década.

La semifinal de Kumamoto será la cuarta ocasión en que ambos equipos cruzarán sus caminos en la lucha por las medallas. Cuatro encuentros que concluyeron siempre con el triunfo de Noruega, aunque no todas las derrotas dejaron el mismo sabor de boca. Si en la final del Europeo de Macedonia 2008, el torneo que dio origen a la leyenda de las "Guerreras", la clara derrota (34-21) no pudo borrar la sonrisa al equipo español, que por primera vez subía a un podio, la sufrida seis años más tarde por 28-25 en la final del Europeo de 2014, sí dolió. No tuvo, sin embargo, ninguna opción la selección española cinco años antes, cuando Noruega apartó del podio a las "Guerreras" en el Mundial de China 2009, tras imponerse por 26-31 en la final de consolación. Tampoco pudieron hacer nada las españolas en las semifinales del Mundial de Brasil 2011, en el que España se colgó el bronce, en las que las nórdicas vencieron por 30-22.

Noruega no parece el equipo inabordable de anteriores ocasiones tras quedarse el pasado año fuera del podio del Europeo. Las nórdicas, que tan sólo han cedido una derrota (30-28) ante Holanda, han debido jugar sin el concurso de algunas de sus máximas estrellas como la portera Kari Grimsbo, la lateral Veronica Kristiansen y, sobre todo, Nora Mork. La central Stine Oftedal y la incombustible pivote Heidi Loke han sido esenciales.