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tenis de mesa - Superdivisión Masculina

Tráiganme todas las manos

Un gondomareño, un cambadés, un portugués, un ucraniano y un chino aúpan al Vincios Gondomar a la tercera posición de la máxima categoría

André Silva (izquierda), en un partido contra Francisco Ruiz, del Hispalis. // AD Vincios

El AD Vincios Gondomar llama a su obra como Nicolás Guillén a la muralla. "Tráiganme todas las manos", cantan en su feudo del I.E.S. Terras de Turonio. Manos de ambas orillas del Miño, las curtidas de la estepa ucraniana y las doradas de China. El equipo gondomareño, con dos victorias y tres empates, se ha situado tercero en Superdivisión. El proyecto se asienta sobre una urdimbre de contactos y sinergias. Sobrevive y se ajusta a burocracias y presupuestos. El presidente del club, Vincente Pintos, ya advierte sobre el título: "Imposible". Toca disfrutar del instante.

El tenis de mesa tiene un funcionamiento específico. Los extranjeros acuden a las jornadas de manera puntual y suelen combinar ligas en diferentes países.El porcentaje nacional en las plantillas varía. Este año, la Federación Española obliga a incluir a al menos dos españoles con 750 puntos en el escalafón. El canterano Martín Pintos cumple el requisito. Para completar la cuota el Vincios ha fichado a Fernando Padín, del Cambados.

Esta exigencia no contribuye a promover el producto propio. "Hace cuatro años la liga estaba llena de jugadores españoles. Martín y Fer hubieran ganado muchos partidos", analiza Vicente Pintos. "Pero la competición no ha dejado de subir de nivel, sin que dispongamos de más recursos económicos. Creo que se equivocan. Se les cierran las puertas a muchos jóvenes ante la perspectiva de tener que competir con rivales veteranos, ya formados". El Vincios, además, ha dicho adiós por estudios a dos talentos sub 18. Y no quiere desmontar su formación de Primera para alimentar a la de Superdivisión -los canteranos, en general universitarios, no pueden afrontar un plan de entrenamientos más intensivo-.

Quedaban tres puestos por cubrir. El Vincios había perdido a tres piezas importantes. Viacheslav Krivosheev, un ruso fichado por carambola, gracias a la llegada de su mujer Ekaterina al Illas Cíes de División de Honor, aceptó una jugosa propuesta francesa; el luso Diogo Silva tuvo que irse por imperativo administrativo -en Portugal solo un jugador por equipo puede disputar dos ligas y en su club natal le habían adjudicado ese privilegio a otro compañero-; el ucraniano Pryschepa, después de tres temporadas, se mudó a un conjunto alemán. Pero el propio Pryschepa, que alternaba el Vincios con el Fortune de Ucrania -donde la liga se disputa en concentraciones-, aportó una solución. Su sustituto en el Fortune, Dmytro Pysar, se ofreció a los gondomareños. "A estos niveles, es un mundo pequeño y los jugadores entrenan entre ellos", explica Pintos. "Yo no los busco, se ofrecen o me los ofrecen. Pysar debió hablar con Pryschepa".

Con los otros dos jugadores se ha combinado el conocimiento y la casualidad. André Silva y Zhao Tanming conviven con Martín Pintos en el Centro de Alto Rendimiento de Oporto -los tres juegan en ambos lados de la frontera-. André Silva ha sido campeón en las dos últimas temporadas con el Priego cordobés; Tianming quedó subcampeón con el Arteal santiagués. Pintos había intentado enrolarlos en ocasiones anteriores. Inesperadamente se pusieron a tiro. En Priego, donde hay también un CAR, obligaban a André Silva a residir allí y este, con un hijo pequeño y después de dos años lejos de casa, ha preferido la cercanía y flexibilidad del Vincios, pese al menor sueldo. Es además amigo de Diogo Silva, que le proporcionó excelentes informes sobre el club gallego. Después se ofreció Zhao Tanming, nacionalizado portugués aunque solo chapurrea el idioma, con quien la negociación, más enrevesada, también fructificó.

Ha quedado así configurada una escuadra "muy fuerte": Martín, en la plaza titular que debe ocupar un español, y André disputarán todos los partidos; Padín, Pysar y Tanming se irán rotando en las alineaciones, en función de los cálculos deportivos y financieros del Vincios. La directiva gondomareña ha concentrado sus bazas en el arranque, con un exitoso balance. "La liga será dura y equilibrada. Se puede empezar a tope o ver qué pasa. Y estos puntos ya no nos los pueden quitar", se ufana el presidente, que abre la muralla.

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