El Coruxo inicia esta tarde su camino en la Copa Federación, un torneo que esta temporada cambia su formato habitual. En dieciseisavos de final el equipo vigués se enfrenta al Internacional de Madrid Boadilla. Todas las eliminatorias serán a partido único. Una victoria ante los madrileños colocaría a los vigueses en octavos ante el ganador del duelo entre Compostela y Arandina. Por el otro lado del cuadro, el Salamanca se enfrenta al Burgos y el Móstoles al Unión Viera. El equipo que gane la eliminatoria final se clasificará para semifinales con los ganadores de los otros tres grupos.

Los vigueses se miden a un equipo con el que se vieron las caras en la segunda jornada del campeonato liguero, también en O Vao, en un partido que finalizó con victoria madrileña por 0-2 -goles de Ramos, al final del primer tiempo y Júnior a veinte minutos para la conclusión-. El Inter ha ganado tres de los seis partidos disputados. El pasado fin de semana caía en Gijón ante el Sporting B por la mínima. El cuadro vigués también llega de perder ante el Atlético Baleares por 2-0.

El partido de esta tarde se antoja diferente al de hace unas semanas. Los dos equipos ya acumulan más rodaje y el Coruxo ha crecido en estas jornadas, mejorando mucho en defensa, una faceta que fue clave en la derrota ante los madrileños. La duda reside en el planteamiento de ambos técnicos, ya que podrían darle minutos a los jugadores que menos han estado en el terreno de juego en estas seis jornadas disputadas. Para el Coruxo es importante tener a todos los jugadores activos.

La incógnita se mantendrá hasta el inicio del encuentro. Como es habitual cada vez que el equipo juega en casa, Míchel Alonso ha convocado a todos los jugadores disponibles, incluso a Mateo Míguez, que podría volver al equipo tras la lesión sufrida. En el propio campo el técnico confeccionará la lista de convocados.

Otro aspecto a tener en cuenta es el de la condición física. El fin de semana ambos equipos afrontan la séptima jornada del campeonato liguero. Los vigueses tienen la ventaja de que además de jugar esta eliminatoria en O Vao, el domingo vuelven a jugar en casa, esta vez a las seis de la tarde, distanciando al máximo los partidos para que los jugadores dispongan del mayor descanso posible. Por su parte, los madrileños juegan en su terreno de juego, enfrentándose a un Marino de Luanco que ocupa posiciones de descenso y que necesita puntuar para dar el salto a la zona tranquila.